La escena tiene lugar en junio de 2024 en el Maillon, en Estrasburgo, donde la incubadora de startups alsaciana Semia celebra, como cada año, el verano y, sobre todo, sus 25 años de existencia. La oportunidad de mirar atrás – “hacia el futuro”, el tema de la velada – sobre algunos grandes éxitos empresariales locales entre figuras del “ecosistema”, un término tan querido por el mundo de la innovación.
Con camisa de flores y sombrero de paja, porque no es hombre que se tome demasiado en serio, micrófono en mano, Guillaume Nominé habla de sus inicios como empresario y del cheque de 10.000 euros ganado a finales de 2014 en el marco de un concurso de estudiantes emprendedores organizado por la incubadora. Esta suma le permitió entonces a él y a sus socios fundar su pequeña empresa, que posteriormente creció lo suficiente como para atraer el interés de un grupo internacional. Esta tarde de junio de 2024, Guillaume Nominé anuncia la donación a la fundación Quest for Change, la red regional de incubadoras. Manera de “cerrar el…
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