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Privados de fibra, estos bretones utilizan la red Starlink de Elon Musk para su conexión a Internet

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En la galaxia del polémico multimillonario Elon Musk, gravitan los coches eléctricos Tesla y la red social Estos rastros de puntos de luz en el cielo, que aparecen con cada lanzamiento de cohete SpaceX, son ellos. Se unen casi todas las semanas a un grupo formado hoy por 7.000 satélites en órbita baja que atormentan a los astrónomos porque perjudican sus observaciones científicas. A cambio, permiten una conexión rápida a Internet en los teatros de guerra o en Mayotte, donde la red de telecomunicaciones está parcialmente destruida.

“Ya no escucho a los niños gemir”

En Mayotte, pero también en Bretaña, donde estos satélites permiten a los residentes, a la espera de la fibra, acceder a nuevos usos de Internet: series en streaming, videojuegos en línea y vídeos. Es el caso de Jean-Marie Le Bescond, de 47 años, residente en Pluméliau (56), confinado al ADSL durante mucho tiempo y que quedó convencido por un anuncio de Starlink, a finales de 2023: “Tomé la opción con Alquiler de material, por 50 euros al mes todo incluido. La antena parabólica la instalé yo mismo, en el tejado, sólo hace falta tener una vista despejada del cielo”, explica. Y desde entonces, “ya ​​no escucho a los niños quejarse cuando juegan videojuegos y, en la televisión, tengo entre 130 y 160 Mb/s de velocidad. Sinceramente, es lo mejor”.

Misma satisfacción para Mathieu Hascoët, 39 años, de Gouézec (29), que optó por comprar el equipo, que actualmente cuesta 350 euros, en lugar de alquilarlo, y paga su abono mensual 40 euros. “Descargamos la app, instalamos la antena y, en diez minutos, tenemos internet”, aprecia.

Nuestros dos usuarios, sin embargo, notan microcortes “muy raros” y una conexión wifi débil. Y cuando la fibra llega a casa, piensan en suscribirse, “para obtener más velocidad y un abono que sigue siendo más barato”, señala Mathieu Hascoët.

En Fréhel (22), el jefe del hotel Manoir Saint-Michel, Jérôme Fournel, es uno de los pioneros de Starlink en Bretaña: “En 2020, las cosas se complicaron con algunos clientes, descontentos con nuestra conexión a Internet. » En 2021, la progresión de la fibra se detiene a unos pasos de su puerta. “Así que me inscribí para tener Starlink. Y desde ese día, cero quejas de clientes”, asegura el hotelero. Sorprendentemente, no quiere pasarse a la fibra, a la que ahora tiene derecho, porque el abono es “mucho más caro para un profesional”, según él. “Y no estamos a salvo de un golpe de una excavadora que nos priva de Internet durante varios días», chilla.

La injerencia de Elon Musk en la vida política europea y su apoyo a Donald Trump no son obstáculos importantes para nuestros tres usuarios: “Es el lado negativo de Starlink”, reconoce Mathieu Hascoët. “Si nos detenemos ahí, ya no compraremos nada. Elon Musk no mató a nadie con sus propias manos. Después, cada uno tiene una barrera de tolerancia diferente. Salvó mi negocio”, afirma Jérôme Fournel.

Fibra, ¿garantía de soberanía?

Por parte del sindicato mixto Mégalis, responsable de ampliar la red de fibra en Bretaña, calificamos Starlink y otras ofertas satelitales, como la de Orange, de “complementarias”… Al tiempo que promocionamos una fibra que “ofrece una comodidad de uso significativamente mayor, con sin tiempo de latencia”, recuerda Stéphane Perrin-Sarzier, vicepresidente del consejo regional. Y añadió: “El primer desafío es garantizar nuestra soberanía: la red de fibra es propiedad de los bretones, a través de las comunidades, y la alquilamos a los operadores. Si dependiéramos de un actor extranjero, como Elon Musk u otro, y si éste decidiera restringir el acceso a su red por consideraciones políticas, esto no dejaría de plantear una serie de problemas. »

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