La terrible guerra de precios en el mercado chino sigue cobrándose víctimas entre los más pequeños. Jiyue, la marca propiedad de Geely y Baidu, se encuentra al borde del colapso y sin un plan para apoyar a sus accionistas.
Desaparición de Hiphi, dificultades de Neta, abandono de Polestar y Lynk&Co por parte de Volvo… No todo es color de rosa para los fabricantes chinos. Ahora es Jiyue quien está a punto de suspender los pagos. La empresa apenas logró pagar a sus empleados en noviembre y no hay nada seguro sobre el mes de diciembre.
Sin embargo, Jiyue no es un pequeño fabricante independiente. Fundada como una empresa conjunta del 45%/55% entre Geely y Baidu, finalmente, por razones legales, fue controlada por Geely en un 65%, y Baidu se conformó con el 35%. Pero tener accionistas poderosos no es suficiente. Obviamente tienen otras prioridades.
Para Geely, se trata de una marca adicional de poca importancia en su constelación que incluye otras 13 marcas. Baidu simplemente podría haber lamentado ya la aventura. Porque ante el éxito de Xiaomi o Huawei, Jiyue ha luchado desde sus inicios. Las ventas nunca despegaron. Pese al lanzamiento del sedán 07, se mantienen por debajo de las 3.000 unidades mensuales en un mercado hipercompetitivo. Y Jiyue no puede contar con las exportaciones; Geely, lógicamente, favorece a sus otras marcas.
Ante esta situación, Jiyue decidió reorganizar sus operaciones, pero también eliminar ciertos proyectos que no estaban teniendo un impacto positivo rápido en sus finanzas. Podemos considerar que el Robo
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