Cédric Haenni, de Pictet, apuesta por una convergencia parcial y una mayor digitalización de los procesos KYC/KYB para reducir los costes administrativos y mejorar la calidad de los servicios financieros.
Cédric Haenni, director de operaciones de Pictet Asset Services, comparte su visión sobre los desafíos que supone agrupar los procesos KYC/KYB, así como los desafíos y oportunidades vinculados a este desarrollo crucial para la industria financiera.
La digitalización al servicio de compartir
Para Cédric Haenni, antes de hablar de pooling, es fundamental definir claramente este concepto en el contexto financiero. Si la agrupación significa el uso del mismo formulario KYC por parte de todos los jugadores, este objetivo parece difícil de lograr. Cada institución tiene sus propios sistemas, una organización interna diferente y su propio apetito de riesgo. Estas diferencias acumuladas hacen que la idea de una homogeneización total sea utópica. Sin embargo, una convergencia parcial de prácticas es totalmente posible.
El primer reto a superar para alcanzar este objetivo es la digitalización de los procesos. Hoy en día, el uso excesivo de documentos en papel impide la reutilización de la información y requiere numerosas entradas manuales.
El segundo desafío tiene que ver con la heterogeneidad de los sistemas de TI de diferentes instituciones. Además de la diversidad de procesos, estos sistemas dependen de formatos de datos variados, lo que complica el intercambio de información entre instituciones y, por lo tanto, ralentiza el intercambio. Además, el nivel de madurez tecnológica de los jugadores varía mucho, lo que complica aún más este desarrollo.
Por tanto, es necesario que todos los actores alcancen el mismo nivel de madurez tecnológica antes de poder plantearse el intercambio de datos y avanzar hacia la puesta en común.
La visión de Wecan y la Blockchain Association for Finance
Cédric Haenni destaca la iniciativa lanzada por Wecan Group en asociación con la Blockchain Association for Finance (BAF) como una respuesta innovadora a los desafíos del pooling. El objetivo final es avanzar hacia un KYC totalmente digitalizado y sin papel, basado únicamente en puntos de datos. Este enfoque permite compartir sólo la información necesaria, en función de las necesidades y reglas de cada institución.
La ambición es doble: digitalizar el proceso y mapear mejor los datos para facilitar la armonización. El BAF crea un espacio privilegiado para bancos y gestores de activos externos (EAM), donde es posible, incluso antes de abordar los aspectos tecnológicos, hablar un lenguaje común, compartir definiciones y discutir procesos. Este enfoque ayuda a evitar obstáculos posteriores y facilita el desarrollo futuro de KYC.
Perspectivas a medio plazo para la puesta en común de KYC
Según Cédric Haenni, la evolución pasará principalmente por una mayor digitalización de las partes interesadas, con el abandono total del papel. “La tecnología puede ayudar en la transición a la digitalización, particularmente con los modelos LLM [Large Language Model]que son más efectivos que el OCR [Optical Character Recognition] poco confiable para transformar datos en papel en datos digitales. Necesitamos sistemas que se autocalibran para transformar los datos de manera eficiente”, explica.
Una vez que se complete esta transformación, la inteligencia artificial se puede utilizar para acelerar el trabajo de cumplimiento en torno a KYC. Hoy en día, un proceso KYC involucra entre cinco y quince sistemas de TI que no siempre dependen de la misma información, lo que complica el trabajo de cumplimiento y reduce su eficiencia. Una única fuente de datos evitaría redundancias y mejoraría la eficiencia general.
Beneficios concretos para la industria
El sector financiero podría ganar eficiencia y reducir costos mediante la mancomunación. Hoy en día, los datos se “recodifican” varias veces en diferentes sistemas, tanto dentro de cada institución como en toda la industria. Con bases de datos descentralizadas pero constantemente sincronizadas, cada actor podría acceder directamente a la información que necesita, reduciendo la duplicación de esfuerzos y maximizando el efecto de red.
La ventaja de una solución como Wecan Comply es clara: un único dato beneficia a todos los miembros de la red, simplificando las relaciones entre ellos. Esto no elimina ventajas competitivas, pero crea una base común para la eficiencia. “La tipología de los actores, su estrategia, sus valores siguen siendo elementos diferenciadores”, añade. “Cuanto más digitalicemos, más datos estarán en tiempo real, compartidos y menos costosos serán los procesos, lo que permitirá dedicar más tiempo a tareas de alto valor añadido”.
Fomentar la adopción de nuevas prácticas.
Para acelerar la transición hacia una puesta en común eficaz, Cédric Haenni aconseja tres acciones principales: el diálogo con otros actores del ecosistema, en particular a través de iniciativas como el BAF; centrarse en la digitalización para abandonar los procesos en papel; y prestar especial atención a la seguridad de los datos.
“La industria debe invertir masivamente en digitalización y al mismo tiempo enmarcar esta transición dentro de un marco de seguridad riguroso. El BAF desempeña un papel crucial, por ejemplo, con auditorías de seguridad en Wecan para mitigar los riesgos por el bien del ecosistema”, concluye.
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