Stellantis vuelve a detener la producción del Fiat 500 eléctrico en Mirafiori, cerca de Turín. La razón: demanda insuficiente de coches urbanos eléctricos en Europa.
Fiat 500 eléctrico: un mercado roto
Los coches eléctricos tienen dificultades para atraer su atención. Las ventas de coches urbanos eléctricos en Europa cayeron un 54% en los diez primeros meses de 2024. En Italia, estos vehículos sólo representan el 4% del total de matriculaciones. Para Stellantis, esto “no es suficiente para mantener la continuidad de la producción“. El Fiat 500 eléctrico, aunque es una figura emblemática de los coches urbanos electrificados, está sufriendo todo el peso de esta desafección. Resultado: del 2 al 17 de diciembre de 2024, las líneas de montaje de Mirafiori volverán a pararse.
El problema no se limita a Europa. En otros mercados clave, como Estados Unidos o China, las ventas de vehículos eléctricos, especialmente de lujo, también se están estancando. do
La fábrica de Mirafiori, que produce el 97% de los vehículos eléctricos, simboliza las esperanzas y los límites de esta transición. Con sus 13.000 empleados, este complejo industrial es un pilar del tejido económico local. Sin embargo, sólo los talleres de carrocería, que reúnen a 1.800 empleados, se ven directamente afectados por la suspensión de la producción.
Stellantis intenta tranquilizarlo. En un comunicado oficial, el grupo reiteró su compromiso de “garantizar la continuidad de todas sus fábricas y actividades» en Italia. Pero los repetidos períodos de desempleo técnico experimentados por los empleados de Mirafiori en 2024 ilustran una profunda inquietud, acentuado por las críticas al gobierno italiano de Meloni.
Transición energética: ¿qué palancas para impulsar la demanda?
El gobierno de Giorgia Meloni reaccionó rápidamente. Acusa a Stellantis de favorecer los sitios de producción en países de bajos costos. en detrimento de las fábricas italianas. Stellantis, por su parte, cita la “incertidumbre persistente” que se cierne sobre los mercados para justificar sus decisiones. Pero los subsidios, como el bono ecológico, luchan por revertir la tendencia en Italia, donde la adopción de vehículos eléctricos sigue siendo marginal.
Para superar estas dificultades, la industria automotriz debe adaptarse. La mejora de la infraestructura de carga, la reducción de los costes de los vehículos eléctricos y la sensibilización de los consumidores son palancas que se deben utilizar. A corto plazo, el cierre temporal de las líneas eléctricas Fiat 500 en Mirafiori pone de relieve los desafíos inmediatos: Stellantis debe ajustar su producción a una demanda incierta, anticipando al mismo tiempo la evolución futura.
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