Después de dos años marcados por importantes aumentos, los incrementos salariales previstos para 2025 serán más limitados. Si se mantienen por encima de la inflación, reflejan un cambio en la estrategia corporativa, más centrada en el desempeño individual que en las mejoras colectivas.
Reducción de presupuestos para aumentos salariales
Los incrementos salariales medios previstos para 2025 alcanzarán el 3%, una caída notable respecto al 4% observado en 2024 y el 4,95% en 2023. Esto es lo que revela la “Encuesta de remuneración total” de Mercer, que analiza cada año la evolución de las remuneraciones en Francia.
Sin embargo, estas cifras deben interpretarse con matices. “ Los presupuestos de aumento varían en función de la salud económica de las empresas y de los ajustes realizados en años anteriores en un contexto marcado por la inflación », especifica el informe. Este año, los aumentos salariales estarán destinados principalmente a retener talentos clave y mantener la competitividad en un mercado laboral cada vez más competitivo.
Para 2025, el 100% de las empresas encuestadas destinará presupuesto a aumentos, pero no todos afectarán a todos los empleados. Mercer indica que el 50% de las empresas concentrará estas revalorizaciones en perfiles concretos, frente al 41% en 2024. Además, casi el 19% de las empresas aún no ha tomado una decisión, señal de las incertidumbres que se ciernen sobre la economía.
« El nivel más moderado de inflación empuja a los empresarios a adoptar aumentos basados en criterios de desempeño individual, escala salarial y competitividad “, explica Mercer. Este enfoque marca una disminución de los aumentos colectivos en favor de estrategias más específicas.
Atractivo a preservar
Al mismo tiempo, las perspectivas de contratación muestran un claro descenso para 2025. Sólo el 20% de las empresas prevé aumentar su plantilla, frente al 34% en 2023. Al mismo tiempo, el 10% de los empresarios prevé reducir sus equipos, un aumento respecto al año pasado.
Según Cyrille Bellanger, director de consultoría de remuneraciones de Mercer France, “ las obligatorias negociaciones anuales prometen ser complejas. Las empresas tendrán que conciliar presupuestos restringidos con mayores exigencias en términos de flexibilidad, bienestar en el trabajo y atractivo. La guerra por el talento sigue siendo una prioridad, especialmente para los ejecutivos de ingeniería y ventas, pero también para las profesiones de producción no gerenciales. ».
En este contexto, las empresas deben revisar sus estrategias de remuneración anticipándose a las crecientes expectativas de sus empleados. La batalla para atraer y retener el talento sigue siendo el centro de las preocupaciones, mientras que el equilibrio entre las restricciones presupuestarias y las aspiraciones de los empleados se convierte en una cuestión estratégica importante.
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