Si bien las dudas ensombrecen los controvertidos proyectos de dirigibles Flying Whales en Francia, Hydro-Québec reconoce que todavía necesita tiempo para validar varios elementos antes de poder utilizarlos en nuestro vasto territorio, según hemos sabido. El diario.
“Evaluaremos la tecnología. Es demasiado pronto para comentar más, porque se requieren varias validaciones antes de considerar su uso en nuestros proyectos”, indicó al Diario Caroline Des Rosiers, portavoz de Hydro-Québec.
Promesas infladas, obstáculos técnicos, riesgos medioambientales… una investigación de Radio Francia ha levantado el velo en los últimos meses sobre la sociedad francesa Flying Whales, que obtuvo 75 millones de dólares de fondos públicos del gobierno Legault.
“El gobierno cometió un error. La expresión apropiada en inglés sería tirar buen dinero al mal», estima Steven Ambler, profesor de economía, que enseña inversión y riesgo a nivel de maestría y doctorado en la UQAM.
“Creo que los problemas técnicos y, sobre todo, el precio del helio son bastante decisivos. Si hubiera muchas posibilidades de que fuera rentable, los fondos públicos no habrían sido necesarios”, analiza.
Hace cuatro años, El diario reveló que Quebec había invertido 30 millones de dólares en proyectos de Flying Whales considerados poco realistas por expertos encargados por el anterior gobierno liberal, además de pagar tres veces más que su socio comercial chino en ese momento por su participación.
El ex Ministro de Economía Pierre Fitzgibbon anunció el 13 de noviembre de 2019 una inversión de 30 millones de dólares en el proyecto Flying Whales, acompañado en particular por el presidente del Consejo Regional de Nueva Aquitania, Alain Rousset.
Captura de pantalla, Noticias TVA
Trois-Rivières o Sherbrooke
La última noticia es que Flying Whales está haciendo malabarismos entre Sherbrooke y Trois-Rivières para construir su centro de montaje de globos dirigibles de carga en Quebec.
“Todavía estamos bien posicionados”, afirma el Diario el alcalde de Trois-Rivières, que se reunió recientemente con los responsables de la empresa en París.
Jean Simard, alcalde de Trois-Rivières, se reunió recientemente con miembros de la empresa Flying Whales en Europa.
La foto de Francis Halin
Sin embargo, el pasado mes de mayo, la Unidad de Investigación de Radio Francia investigó a la empresa. “Ballenas voladoras: 90 millones de euros de dinero público invertidos y aún no hay ningún prototipo de dirigible”, titulan nuestros colegas.
En este informe se dice que Flying Whales afirma poder comercializar un dispositivo sin necesidad de hacer un prototipo primero.
La unidad de investigación de Radio France habló con varias fuentes del sector que expresaron serias dudas sobre la fiabilidad del proyecto Flying Whales.
Tomado del sitio web de Radio Francia
«Riesgo compartido»
Para David Rancourt, profesor asociado de la Universidad de Sherbrooke y director de AéroUdeS, que colaboró en la investigación de Flying Whales, el juego merece la pena.
“Es un riesgo compartido. Son muchos los países que han invertido en el proyecto. La relación riesgo-beneficio es interesante, especialmente en el aspecto eólico”, afirma.
Al igual que él, Barry Prentrice, profesor y director del Instituto de Transporte de la Universidad de Manitoba (UMTI), está convencido de que necesitamos dirigibles, aunque sólo sea para transportar palas de turbinas eólicas y minerales desde los rincones más apartados.
“Me hubiera gustado que se hiciera en Manitoba. Estamos hablando de miles de puestos de trabajo”, llega a decir.
Foto proporcionada por Barry Prentice
El experto Mehran Ebrahimi, profesor titular del departamento de gestión de ESG UQAM, también cree que debemos centrarnos en este tipo de proyectos para que Quebec siga siendo el tercer centro aeroespacial del mundo. “Hay gente que critica porque la tecnología no está madura”, admite.
Mehran Ebrahimi, profesor de la UQAM y director del Observatorio Internacional de Aeronáutica y Aviación Civil.
Foto proporcionada por la UQAM.
“Cuando invertimos dinero público, necesitamos garantías para saber qué nos pertenece, en términos de propiedad intelectual y producción”, señala.
“Incluso si un proyecto fracasa, hemos aprendido tanto que también tiene valor”, subraya el director del Observatorio Internacional de Aeronáutica y Aviación Civil.
¿Y los empleos prometidos?
Mientras que en junio de 2022, Quebec apoyó que “se creen o mantengan más de cien puestos de trabajo bien remunerados durante los próximos tres años”, indicó Flying Whales a Diario Sólo tenemos una treintena de “colaboradores” en Montreal.
“Luego, cuando nos acerquemos a la fábrica donde emplearemos a 300 personas, esta cifra volverá a aumentar considerablemente y, finalmente, para las operaciones con entre 20 y 35 personas por base y en el centro de control de operaciones en Quebec”, precisó Arnaud Thioulouse, director general. de la filial de Quebec.
Foto Sylvain Larocque
“En cuanto al desarrollo, también debemos considerar las fuerzas desplegadas entre nuestros socios de 15 a 30 personas por proveedor de los lotes principales como Delastek, P&WC, Thales Canada, Honeywell, etc. Y el tamaño de sus equipos aumentará significativamente ahora que entramos en la fase de pruebas de integración y diseño detallado, fase que en un desarrollo aeronáutico siempre moviliza la mayor cantidad de personal”, concluyó.
-Con la colaboración de Sylvain Larocque
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