Las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos se encuentran actualmente estancadas. Y la presidencia de Donald Trump, con su deseo de reforzar los derechos aduaneros sobre los productos importados, no debería acercar realmente a Washington y Beijing.
La elección de Donald Trump podría reorganizar las cartas en el diálogo diplomático entre China y Estados Unidos. Después de la noche electoral que la coronó vencedora, la republicana recibió las felicitaciones del jefe de Estado chino, Xi Jinping, quien llamó a los dos países a “llevarse bien” y a que las relaciones entre ambos países deben seguir siendo “estables, sanas y duraderas”.
Otro comentario, sin embargo, sonó como una advertencia: “no habrá ganadores” en caso de una guerra comercial.
Y éste es el problema en un momento en que el comercio entre los dos países está paralizado. La culpa es el aumento de los impuestos aduaneros que cristaliza las tensiones entre ambos países.
“Mejores oportunidades y mayores riesgos”
En agosto de 2019, Donald Trump lanzó las hostilidades en esta guerra comercial, con el establecimiento de derechos de aduana del 10% sobre un volumen que representa 300 mil millones de dólares de importaciones procedentes del Reino Medio.
“El presidente Trump comenzó su primer mandato como admirador de Xi Jinping, antes de imponer aranceles y vilipendiar a Beijing durante la pandemia”, dijo Daniel Russell, vicepresidente de seguridad internacional y diplomacia del Asia Society Policy Institute, a CNN.
Durante su mandato, Joe Biden anunció un aumento masivo de estos impuestos. En vigor desde el 27 de septiembre, se refieren a los vehículos eléctricos (pasando del 25% al 100%), los metales y los chips electrónicos.
“Las prácticas comerciales desleales de China en transferencia de tecnología, propiedad intelectual e innovación amenazan a las empresas y trabajadores estadounidenses. China también está inundando los mercados mundiales con sus exportaciones a precios artificialmente bajos”, explica un comunicado de la Casa Blanca para justificar este aumento.
¿Cuál será la tendencia para el segundo mandato de Donald Trump? Quizás peor. El republicano hizo propuestas muy agresivas: 10% de derechos de aduana para todos los productos importados y 60% si proceden de China. No es suficiente para acercar a Beijing a Washington.
“El regreso de Donald Trump al poder traerá sin duda mejores oportunidades, pero también mayores riesgos para China”, analizó Shen Dingli, analista de política exterior afincado en Shanghái. “La forma en que interactúen las dos partes determinará si esto genera más riesgos o más oportunidades”, dijo también.
Donald Trump, que asumirá el 20 de enero como el 47º presidente, aún tendrá que desconfiar del impacto de estas medidas. En una carta abierta de junio de 2024, un consorcio de 16 economistas consideró que era “legítimo temer que Donald Trump reavive la inflación”. Un punto que, sin embargo, le permitió ser elegido frente a su rival demócrata, Kamala Harris.
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