Muchas plantas son reconocidas por sus beneficios sobre el tránsito intestinal, ofreciendo una alternativa natural a los tratamientos farmacológicos. Entre ellas, algunas destacan por su eficacia y facilidad de uso. Estas plantas deben utilizarse con precaución y además de una dieta equilibrada y una hidratación suficiente. En caso de trastornos persistentes, siempre se recomienda consultar con un profesional de la salud.
El aceite esencial de esta planta de Oriente Medio estimula las glándulas de la mucosa gástrica, actúa contra los espasmos intestinales y tiene propiedades antisépticas. Servida al final de la comida en los restaurantes indios, sus semillas se mastican para facilitar la digestión. También se toman en infusión para estimular el apetito a razón de 3 g de semillas trituradas por 150 ml de agua hirviendo, tres veces al día.
Se recomienda en casos de digestión difícil para aliviar dolores abdominales agudos. Es una de las pocas plantas que se pueden utilizar en niños a partir de 3 meses contra los cólicos. Se toma en forma de infusión de frutos secos (nunca en forma de aceite esencial en niños o embarazadas): 1 a 2 g al día entre 3 meses y 1 año, 1,5 a 3 g al día entre 1 y 4 años, 3 a 5 g al día entre 4 y 12 años, entre 5 y 7 g a partir de 12 años. No superar una semana de tratamiento en niños, dos semanas en adultos.
Semillas de plantas pertenecientes a la familia (…)
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