Si hay una marca de coches que se especializa en modelos populares y asequibles, esa es Fiat. Sin embargo, en el patrimonio de la firma italiana que el 11 de julio celebró su 125º aniversario, creaciones exclusivas aterrorizaron los mostradores durante las subastas.
Fiat: 5 fracasos que marcaron la historia de la firma turinesa
Fiat 8V Vignale (1954)
En este top 5 comenzamos con un coupé que data de 1954 carrozado por Vignale. Se trata de un Fiat tipo 8V (pronunciado Ottovù) que durante una subasta celebrada en Italia por Finarte en 2018 alcanzó la impresionante suma de 2.170.230 euros, el equivalente a 136 Fiat Panda de gama baja.
El coche tiene un motor V8 de 2 litros abierto a 70° con una potencia de 110 CV. El modelo en cuestión, entre los 9 fabricados, era el único que tenía récord de carreras. Incluida la participación en la Mille Miglia de 1955.
Fiat 8V Ghia (1953)
Siempre sobre la misma base (Fiat 8V), se trata de un ejemplar vestido con una carrocería especial realizada por Ghia según el diseño de Giovanni Savonuzzi. El modelo data de 1953, lleva el nombre de Supersonic y sólo se produjeron 14 unidades. El ejemplar que tiene ante sus ojos se benefició de una cuidadosa restauración entre 2011 y 2014 y luego fue vendido en 2023 por RM Sotheby’s por el equivalente a 2.324.743 euros.
Fiat 8V Zagato (1953)
Tercer Fiat Ottovù en este ranking, esta creación está firmada por el famoso carrocero milanés Zagato, que reunió 26 ejemplares coupé, cada uno con un vestido único cuyas curvas variaban según los deseos de los clientes. Está propulsado por un potente motor de carreras de 125 CV impulsado por un par de carburadores Weber de cuatro cilindros.
Participó con éxito en varios rallyes de la época antes de beneficiarse de una restauración que duró tres años y que finalizó en 2009 en los Países Bajos. Este Fiat 8V Zagatto encontró comprador en diciembre de 2023 tras una venta organizada en California por RM Sotheby’s por el equivalente a 2.780.105 euros.
Fiat Turbina: sólo le faltan alas…
En los años 50, no eran sólo las marcas americanas las que pensaban en el futuro del automóvil, inspirándose en la aeronáutica. Este prototipo del Fiat Turbina imaginaba un futuro jet dotado, en la parte trasera, de una turbina de gas de 300 CV. Una hélice digna de un avión capaz de catapultar el coche a 250 km/h.
En particular, mediante un peso controlado y una cuidadosa aerodinámica, como lo demuestra el récord de CX de 0,14. Un récord que tampoco cayó hasta 30 años después, en 1984. Conservado en las reservas del museo de la marca en Turín, este prototipo único está valorado en 6 millones de euros.
El más malvado de todos los Fiat
Terminemos con un modelo centenario, el demoníaco Fiat Mephistofele que en 1924 estableció el récord absoluto de velocidad en tierra con 234,98 km/h. Para alcanzar esta espectacular velocidad, el inglés Ernest Eldridge, que lo construyó a partir del chasis de un Fiat SB4 y luego lo condujo, no se fue con el dorso de una cuchara. Albergaba bajo el capó un motor Fiat A.12 tomado de un avión. Un propulsor de seis cilindros con una cilindrada de 21 litros y una potencia de 320 CV.