La Ley de Finanzas de 2025 introduce un importante paso adelante al especificar el marco legal que rodea la notificación electrónica de las auditorías fiscales. Este cambio regulatorio transforma significativamente la forma en que la administración tributaria y los contribuyentes gestionan estas notificaciones desmaterializadas. Estos son los aspectos clave que debe recordar.
Un valor jurídico formalizado
Se aclara el artículo 219-II del Código General Tributario (CGI) para otorgar a la notificación electrónica el mismo valor jurídico que las formas tradicionales. Como explica un contador: “La notificación electrónica ahora se reconoce como un método válido y vinculante para las auditorías fiscales. » Este desarrollo elimina las ambigüedades de interpretación que existían anteriormente.
A partir de ahora, las empresas y los particulares deberán considerar las notificaciones electrónicas con la misma seriedad que las notificaciones en papel. En caso de litigio, ya no será posible invocar el carácter electrónico del envío para intentar anular sus efectos jurídicos.
Eliminación de referencia regulatoria
La ley pone fin a la referencia prevista en el artículo 145-X del CGI sobre las condiciones de uso de una dirección electrónica. Esta eliminación se fundamenta en la Ley N° 43-20 relativa a los servicios de confianza para transacciones electrónicas y su decreto reglamentario N° 2-22-687. Por lo tanto, se supone que los contribuyentes necesitarán tener una dirección de correo electrónico segura proporcionada por un proveedor de servicios confiable.
Estos proveedores de servicios, aprobados por el Estado, garantizarán la seguridad, confidencialidad y trazabilidad de las notificaciones, garantizando así la máxima confiabilidad en los intercambios entre la administración tributaria y los contribuyentes.
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Problemas de seguridad reforzados
Para proteger los datos sensibles contenidos en las notificaciones electrónicas, se implementarán medidas de seguridad avanzadas:
- Cifrado de datos para evitar cualquier interceptación maliciosa.
- Autenticación fuerteincluidos certificados digitales o datos biométricos, para garantizar que sólo el destinatario legítimo accede a la notificación.
- Trazabilidad total a través de registros de auditoría a prueba de manipulaciones.
Estas precauciones, aunque complejas, son esenciales para preservar la confiabilidad legal y la confidencialidad de los intercambios desmaterializados.
Implicaciones para los contribuyentes
Si se confirma esta obligación, las empresas y los particulares deberán dotarse de direcciones de correo electrónico seguras. Esto representará un coste adicional, pero garantizará una mayor seguridad jurídica.
Además, los contribuyentes deberán estar más atentos a la hora de consultar periódicamente sus notificaciones electrónicas. Cualquier retraso en el procesamiento podría dar lugar a sanciones similares a las de las notificaciones en papel.
Beneficios para la administración tributaria
Para la administración, este método de notificación ofrece importantes ahorros de tiempo y eficiencia, al tiempo que reduce los costos de impresión y envío. Esto marca un paso importante hacia la desmaterialización completa y segura de los procedimientos tributarios.
La Ley de Finanzas de 2025 constituye un paso decisivo en la modernización de los procedimientos tributarios. Al formalizar el valor jurídico de las notificaciones electrónicas y reforzar su seguridad, promueve una gestión más rápida y eficiente de las auditorías tributarias. Sin embargo, requiere que tanto los contribuyentes como la administración se adapten a este nuevo entorno desmaterializado.