Una medida controvertida que divide al sector de la madera y del mueble.

Una medida controvertida que divide al sector de la madera y del mueble.
Una medida controvertida que divide al sector de la madera y del mueble.
-

lLos operadores del sector se preguntan: ¿quién se beneficia realmente de esta medida y a qué coste para la economía nacional?

Incluso dentro del ministerio supervisor reina la confusión. El Departamento de Comercio y el de Industria parecen seguir trayectorias opuestas, multiplicando decisiones contradictorias que a menudo se consideran arbitrarias.

A falta de estudios previos sobre los impactos de esta reforma, las consecuencias ya se están sintiendo en varios sectores, alimentando el descontento tanto entre los fabricantes locales de muebles de madera que importan directamente materias primas, como entre los importadores de estas materias primas destinadas a estos fabricantes locales. , y que deberán pagar un impuesto, llamado “forestal”, del 12% a la entrada, mientras que los importadores de muebles terminados se beneficiarán, con la nueva Ley de Hacienda, la reducción de este impuesto al 6%.

“Estamos perdiendo un 6% de competitividad respecto a los productos importados”, lamentan los fabricantes, ya debilitados por un contexto económico tenso.

Este desequilibrio empuja a muchos jugadores a revisar sus estrategias. “Con esta nueva medida, ¿por qué seguir invirtiendo en la producción local de muebles y los paneles de madera que se utilizan para fabricarlos? También podríamos recurrir a la importación de productos terminados, donde los riesgos son menores y los márgenes están mejor protegidos”, se preguntan algunos.

Esta situación ilustra una vez más la falta de coordinación y visión estratégica en la gestión de este sector. Por el momento, ni los fabricantes locales ni los importadores de materias primas de madera parecen beneficiarse de esta reforma, y ​​el sector de la madera y el mueble está estancado en un clima de incertidumbre, lo que debilita aún más a un sector que ya busca estabilidad y una visión clara.

Esta inconsistencia corre el riesgo de desacelerar la inversión local, aumentar la dependencia de las importaciones y dañar el empleo en una industria que, sin embargo, es crucial para la economía nacional. Las partes interesadas del sector piden ahora una revisión urgente de esta política, acompañada de una consulta en profundidad con todas las partes interesadas, a fin de dotar al sector de los medios para desarrollarse de manera equitativa y sostenible.

Sin una respuesta rápida y ajustes apropiados, las consecuencias podrían extenderse mucho más allá del sector de la madera y el mueble. La pérdida de competitividad de los productores locales podría provocar cierres de empresas, un aumento del desempleo y un freno sistemático al desarrollo que experimenta este sector.

Además, esta reforma pone de relieve una cuestión más amplia: la necesidad de un arbitraje coherente entre los intereses de los diferentes actores económicos: cómo conciliar una regulación eficiente de las importaciones que siguen siendo esenciales para reducir los costos y promover el consumo, al mismo tiempo que se protege y estimula una industria local emergente que genera generación adicional. valor y crea empleo.

Ante estos desafíos, varios expertos piden un marco fiscal equilibrado, donde los impuestos y los incentivos se estructuren en torno a una visión de largo plazo. En ausencia de tales medidas, toda la cadena de valor del sector podría colapsar, en detrimento de la soberanía económica y la competitividad nacional.

La pelota está ahora en el tejado de los responsables de la toma de decisiones, que tendrán que responder a las críticas y, sobre todo, ofrecer soluciones adecuadas para restablecer la confianza de los operadores económicos a lo largo de esta cadena de valor.

-

PREV Stellantis cancela 1.100 despidos previstos en Jeep
NEXT Casablanca se suma a la red global C40 de ciudades comprometidas con la lucha contra el cambio climático