El fabricante de bicicletas Rocky Mountain ha anunciado planes para reestructurar sus operaciones bajo el Ley de convenio de acreedores de empresas.
La empresa canadiense, con sede en Saint-Georges de Beauce, atraviesa un momento difícil.
RAD Industries anunció que ha presentado una solicitud ante el Tribunal Superior de Quebec para obtener la protección del Tribunal en virtud de la Ley de convenio de acreedores de empresas.
En toda la industria, las ventas aumentaron al comienzo de la pandemia, pero la caída fue significativa después de la crisis sanitaria.
“A pesar de la fuerte demanda de sus bicicletas durante la pandemia, la empresa ha tenido dificultades para asegurar el suministro debido a la escasez y el aumento de los costos. Al salir de la pandemia, la compañía tuvo que lidiar con una marcada caída en los precios de venta”, dijo Rocky Mountain en un comunicado de prensa publicado el jueves por la noche.
Al igual que en otros países, los márgenes se han reducido, lo que ha generado presiones financieras sin precedentes.
“A Rocky Mountain no le queda más remedio que iniciar procedimientos de reestructuración para poner en marcha un proceso de captación de inversores”, podemos leer también.
La compañía cree que podrá evitar en la medida de lo posible la interrupción del negocio y reducir los impactos derivados de la situación actual.
Se presentará una solicitud al Tribunal para nombrar a Ernst & Young como auditor legal.
Rocky Mountain diseña y desarrolla bicicletas de montaña en el área de Vancouver desde 1981.