Tras la quiebra de Credit Suisse, no sólo debe dimitir Marlene Amstad, sino que también debe analizarse el papel del Consejo Federal, opina la Asociación Suiza de Empleados Bancarios.
La Asociación Suiza de Empleados Bancarios (Aseb) exige consecuencias personales en relación con la catástrofe de Credit Suisse, mientras que el informe del CEP se espera para el viernes. En particular, pide la dimisión de la presidenta de la Autoridad Federal de Supervisión del Mercado Financiero (Finma), Marlene Amstad.
La Asociación de Personal Bancario anunció el jueves que analizará en detalle el informe de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CEP).
Para Aseb, no sólo debe dimitir el presidente de Finma, sino que también debe analizarse el papel del Consejo Federal. Y si es necesario, hay que sacar consecuencias. La asociación quiere saber por qué “el Consejo Federal, actuando ingenuamente”, se quedó de brazos cruzados mientras el gran banco se hundía.
Una debacle predecible
Aseb también espera explicaciones sobre por qué “las dóciles autoridades de supervisión permitieron a Credit Suisse operar durante años con capitales inferiores a los exigidos por la normativa”. Según la asociación, la quiebra ya era previsible antes de la primavera de 2023.
Credit Suisse no quebró porque las autoridades supervisoras, Finma y el Banco Nacional, no tuvieran instrumentos suficientemente eficaces, sino porque el establecimiento asumió riesgos demasiado altos durante años, considera también Aseb.
Los responsables del banco, así como “algunos grandes jefes poco concienzudos”, tienen toda la responsabilidad, continúa la asociación. Y una vez más, son los empleados quienes pagan la factura, mientras que “los directivos, cubiertos de bonificaciones, no se preocupan y ni siquiera tienen la decencia de pedir disculpas”.
“No es un pecadillo”
“Llevar a un gran banco contra la pared con pleno conocimiento de los hechos, poner en peligro decenas de miles de puestos de trabajo y aceptar importantes consecuencias económicas, esto no es un pecadillo, debe considerarse un acto criminal”, afirma Natalia Ferrara, vicepresidenta de la asociación, citada en el comunicado de prensa.
Para ella, el caso del Credit Suisse no debe repetirse. Se necesitan instrumentos adicionales y eficaces. Es necesario que haya responsabilidades claras y una rendición de cuentas personal por parte del órgano rector de los bancos.
Normas anglosajonas
Según Aseb, los instrumentos de las autoridades de control deben adaptarse a los estándares anglosajones. Para ella, no es aceptable que la vigilancia siga careciendo en gran medida de recursos en comparación con Estados Unidos. También necesitamos autoridades que asuman sus responsabilidades, no se dejen intimidar por los grandes jefes y utilicen consecuentemente los instrumentos disponibles.
También se cita a la UBS: debe demostrar que “encarna los valores suizos, asume sus responsabilidades y colabora constructivamente con los círculos políticos y las autoridades supervisoras”. El banco aseguró a la asociación que continuaría con su política de responsabilidad personal en el futuro.