Un banco de alimentos del distrito Ahuntsic de Montreal será desalojado de sus instalaciones en plena temporada navideña, el 27 de diciembre. El Centro de Servicios Escolares de Montreal (CSSDM), propietario del edificio, tiene previsto acoger allí a sus estudiantes franceses.
Publicado a las 5:00 a.m.
Lo que necesitas saber:
- Una decena de organizaciones comunitarias, entre ellas un banco de alimentos, tendrán que abandonar sus locales a petición de la CSSDM, propietaria del edificio.
- La CSSDM desea utilizar estos locales para cursos de francización y acusa a las organizaciones de no pagar el alquiler completo desde hace varios años.
- El alcalde del distrito de Ahuntsic-Cartierville pide al gobierno de Legault que actúe.
El miércoles marcó una de las últimas colectas de alimentos para el Servicio de Acción Comunitaria y Nutrición (SNAC). Una hora antes del inicio del partido, a las 13.00 horas, ya se había formado una cola de varias decenas de personas en el aparcamiento, con bolsas en mano, deseosas de salir con algunas provisiones para las vacaciones.
“Va a ser una gran crisis para la gente que viene aquí. Nos dan muchas cosas. Nos ayuda mucho”, lamenta Nadia, que acude al SNAC dos veces al mes para alimentar a su familia. La lluvia no le impidió llegar tres horas antes de la apertura, para asegurarse de hacerse con una cesta de comida.
La demanda en el banco de alimentos sigue aumentando. Antes de la pandemia, SNAC ayudaba a 4.300 familias al año. La organización ayuda ahora a más de 8.000 de ellos. “Me lo voy a perder”, confiesa Mila, que vino a recoger algo de comida.
Esta podría ser su última colección, porque la CSSDM planea recuperar el edificio que alberga la organización para instalar su centro de francización. Se están realizando trabajos en el Complejo William-Hingston, donde actualmente se llevan a cabo estos cursos.
“Eso no tiene ningún sentido. Estamos preocupados por los cientos de familias que vienen aquí”, afirma la directora del SNAC, Chantal Comtois. Solidarité Ahuntsic, una mesa de consulta formada por una decena de organizaciones comunitarias, entre ellas el SNAC, está instalada desde hace unos veinte años en este edificio de la calle Laverdure perteneciente al CSSDM.
“Nos parece completamente indignante que nos echen en plena Navidad, cuando todo el mundo tiene necesidades”, exclama el director general de Solidarité Ahuntsic, Rémy Robitaille. Dice que está dispuesto a impugnar la decisión del CSSDM para evitar interrupciones en el servicio.
Una decisión denunciada por los cargos electos
Esta decisión es fuertemente cuestionada por la alcaldesa de Ahuntsic-Cartierville, Émilie Thuillier, y por la concejal del distrito de Ahuntsic, Nathalie Goulet. Piden al gobierno de Quebec que conceda un presupuesto al CSSDM para alquilar otros locales en el distrito con el fin de ofrecer cursos de francización.
No es posible, con todas las crisis que estamos viviendo, poner a las organizaciones en la calle. Si la afranización es tan importante, el gobierno de Quebec debería dar dinero al CSSDM.
Émilie Thuillier, alcaldesa del distrito de Ahuntsic-Cartierville
El alcalde también pide al CSSDM que aplace la reanudación de los locales durante cinco años, a la espera de la construcción del centro comunitario en el Ecoquartier Louvain, que podría acoger a estas organizaciones comunitarias.
Por su parte, la CSSDM explica su decisión por el aumento de las solicitudes de cursos de francés en el barrio. “Para cumplir con nuestra misión principal de educación y evitar una interrupción del servicio en ausencia de otra solución inmobiliaria para alojar a todos nuestros estudiantes, estamos obligados a recuperar la plena posesión del edificio”, dijo La prensa el responsable de relaciones con la prensa del CSSDM, Alain Perron.
Aumento del alquiler
En septiembre, la CSSDM acudió al Tribunal Superior para intentar recuperar 600.000 dólares de este grupo de organizaciones comunitarias, acusándolas de no pagar el alquiler completo durante varios años. Los procedimientos judiciales aún están en curso.
El CSSDM lamenta tener que asumir los costes de electricidad, calefacción y mantenimiento, mientras que las organizaciones comunitarias se han beneficiado de la congelación de los alquileres durante todos estos años.
Desde 2018, las organizaciones comunitarias se han negado a firmar contratos de arrendamiento con la CSSDM. Están sujetos “sólo a un contrato de tolerancia de 30 días”, dice Perron. “Intentaron aumentar el alquiler un 224%, por lo que impugnamos este enorme aumento, pero siempre pagamos todos los meses”, afirma Rémy Robitaille, de Solidarité Ahuntsic. El contrato de arrendamiento finalizará oficialmente a partir del 27 de diciembre.
Con Marie-Eve Morasse, La prensa