La administración tributaria francesa está entrando en una nueva era con la integración de la inteligencia artificial (IA) en sus herramientas de control. Ahora sus transacciones bancarias, compras en línea e inversiones digitales son analizadas por algoritmos sofisticados. Si bien este avance apunta a reducir el fraude y fortalecer la equidad fiscal, también plantea interrogantes sobre los límites de la privacidad y el derecho a la transparencia.
Flujos bancarios: mayor trazabilidad
Desde la ley antifraude de 2019, los bancos franceses transmiten datos financieros a la administración tributaria. Esta transparencia organizada permite detectar anomalías como transferencias no declaradas o transferencias al extranjero. El avance hacia un mundo sin efectivo acentúa aún más esta trazabilidad, ya que potencialmente se analiza cada retiro o transacción. La reducción del uso de efectivo aumenta naturalmente este poder de vigilancia, sobre todo porque, por supuesto, se detectan todos los retiros en cajeros automáticos.
Criptomonedas: fin del anonimato fiscal
Los activos protegidos de las regulaciones, como las criptomonedas, ahora están bajo vigilancia gracias a la directiva europea MiCA. Esta regulación exige que las plataformas informen las transacciones de sus usuarios, lo que facilita la detección de ingresos no declarados. En Francia, la lucha contra el fraude relacionado con las criptomonedas se encuentra ahora entre las prioridades estratégicas del Ministerio de Finanzas.
Comercio online: un cúmulo de información
Las compras online constituyen un ámbito privilegiado para el uso de la IA en la lucha contra el fraude. La Dirección General de Hacienda Pública trabaja con plataformas como Amazon o eBay para analizar transacciones y detectar inconsistencias entre volúmenes de ventas y declaraciones de impuestos. Estos datos se cruzan con otras bases, como los flujos bancarios, para elaborar perfiles de riesgo precisos.
Cruzar datos para anticipar fraudes
La inteligencia artificial también se basa en modelos predictivos, cruzando datos heterogéneos para detectar anomalías. Estos modelos identifican comportamientos atípicos vinculando información de declaraciones de impuestos, flujos bancarios e incluso datos de consumo de energía. Estas referencias cruzadas permiten orientar las auditorías fiscales con una precisión sin precedentes.
¿Transparencia o intrusión?
Gracias a la inteligencia artificial, las auditorías fiscales son cada vez más eficientes y precisas. Sin embargo, este progreso plantea una pregunta crucial: ¿hasta dónde llegar sin invadir las libertades individuales cuando sabemos que su teléfono móvil potencialmente le permite seguir sus viajes y reuniones con mucha precisión?
Fuentes
1. Ley antifraude de 2019: Texto oficial (Légifrance).
2. Informe del Ministerio de Hacienda (2022): Impacto de las herramientas digitales en las auditorías tributarias.
3. Directiva MiCA (2023): Regulación de las criptomonedas.
4. DGFiP (2023): Colaboración con plataformas de comercio electrónico.