Stellantis y el fabricante chino CATL anuncian la construcción de una fábrica de baterías LFP en Zaragoza. Con una colosal inversión de 4.100 millones de euros, este proyecto refuerza la ambición europea en el sector eléctrico.
Una fábrica estratégica en España
Stellantis, en colaboración con el gigante chino CATL, ha confirmado la creación de una fábrica de baterías en sus instalaciones de Zaragoza, en el noreste de España. Esta inversión, valorada en 4.100 millones de euros, marca un hito clave para ambos socios. La producción de baterías de litio-hierro-fosfato (LFP) comenzará a finales de 2026 y alcanzará potencialmente una capacidad anual de 50 GWh, dependiendo de la evolución del mercado y del apoyo de las autoridades españolas y europeas.
Esta nueva fábrica, diseñada para ser neutra en carbono, se construirá en varias fases. El aumento de la producción dependerá de la creciente demanda de vehículos eléctricos, todavía obstaculizada en Europa por ventas mediocres y desafíos técnicos para poner en funcionamiento las primeras fábricas. La tecnología LFP, menos costosa que las baterías tradicionales basadas en níquel, manganeso y cobalto (NMC), podría equipar entre 500.000 y un millón de vehículos cada año.
Una alianza Stellantis/CATL para democratizar la electricidad
La empresa conjunta 50/50 entre Stellantis y CATL tiene como objetivo hacer que los coches eléctricos sean más accesibles manteniendo una alta calidad. Con modelos como el Citroën ë-C3 o el Fiat Grande Panda, ya equipados con baterías LFP, Stellantis quiere ampliar su oferta para los segmentos intermedios del mercado. Estas baterías, aunque son menos densas en energía, presentan una ventaja económica significativa, ya que reducen los costos para los consumidores.
España, segundo productor de automóviles de Europa con 1,87 millones de vehículos ensamblados en 2023, busca reforzar su posición en la carrera por las gigafábricas. Hasta ahora, el país estaba a la zaga en este ámbito en comparación con vecinos como Alemania o Hungría, donde CATL también está construyendo fábricas. El anuncio de este proyecto podría dar un impulso decisivo a la industria automovilística española.
El acuerdo entre Stellantis y CATL se enmarca en una estrategia global para la transición energética. Robin Zeng, director general de CATL, celebró el compromiso del gobierno español con la descarbonización, lo que hace que el país sea especialmente atractivo para este tipo de inversiones. Con esta iniciativa, España y sus socios consolidan su ambición de convertirse en líderes de la electrificación del automóvil en Europa.