Los eurodiputados proponen revisar las normas que prohíben el alquiler de viviendas con calificación G en la DPE. (ilustración) (Etadly / Pixabay)
Se podrían revisar los términos y condiciones que prohíben el alquiler de un filtro térmico a partir del 1 de enero de 2025. Una propuesta de ley quiere limitar esta medida a nuevos contratos, salvando así los arrendamientos actuales. Al mismo tiempo, los inquilinos podrían exigir una reducción del alquiler si el propietario no hace nada para mejorar la eficiencia energética del alojamiento.
Las viviendas con calificación G en el diagnóstico de eficiencia energética (DPE) deberán prohibirse el alquiler a partir del 1 de enero de 2025. Pero un proyecto de ley presentado en la Asamblea Nacional por los diputados Bastien Marchive (Partido Radical) e Iñaki Echaniz (Partido Radical Socialista) pretende paliar esta situación. medir, indica
Alojamiento
. Suficiente para ofrecer un respiro a algunos propietarios de estos alojamientos. En Francia hay cerca de 700.000, de los cuales 250.000 son copropiedades.
¿Los arrendamientos actuales no se ven afectados por la prohibición de alquiler?
Objetivo de este texto:
“prevenir disputas relacionadas con las obligaciones de decencia energética y asegurar sus condiciones de aplicación en copropiedad”
. En concreto, este proyecto de ley prevé mantener la posibilidad de alquilar viviendas clasificadas G para arrendamientos ya en curso. Los inquilinos vigentes el 1 de enero de 2025 podrían permanecer en su alojamiento, incluso si no está renovado. La prohibición sólo se aplicaría a nuevos contratos.
La propuesta también pretende proteger a los propietarios que se enfrentan a obstáculos técnicos o legales. Si se mantiene este texto, la prohibición de alquilar no se aplicará si el propietario “ha hecho todo lo posible para poner en marcha su obra”, explicó Bastien Marchive, diputado por Deux-Sèvres, al micrófono de
Franciainfo
el pasado 13 de noviembre.
¿Una reducción en el alquiler de los filtros térmicos?
Si las obras quedan así bloqueadas por una “denegación de la junta general de copropiedad” o si las obras están en curso, el arrendador no será sancionado. Estos ajustes, sin embargo, excluirían las viviendas que consumen más energía, que consumen más de 450 kWh por m² al año, cuyo alquiler ya está prohibido.
Por parte de los inquilinos se podría abrir un recurso de apelación. En caso de que se demuestre que un propietario no ha hecho nada para iniciar las renovaciones, un juez podría reducir el importe del alquiler para compensar los cargos de energía excesivamente elevados.