Este lunes 25 de noviembre de 2024, varios trabajadores de la empresa LKQ abandonaron espontáneamente sus puestos de trabajo. En cuestión, la actitud de la dirección que, además de querer eliminar 266 puestos de trabajo en Bélgica, multiplica las “provocaciones” hacia su personal.
Es un hecho: a LKQ Bélgica le va bien económicamente. Sin embargo, la dirección del grupo decide reestructurarse y no asume sus responsabilidades hacia los trabajadores. Abandonó la mesa de negociaciones durante la fase 2 del plan Renault.
Con 266 puestos de trabajo amenazados, los trabajadores están desesperados y han tomado la iniciativa de movilizarse. Pese a ello, la prioridad de la dirección parece ser por encima de todo el beneficio y para conseguir sus fines multiplica las provocaciones.
Este lunes por la mañana, los trabajadores de la fábrica de Mornimont se vieron privados de sus herramientas de trabajo por parte de la dirección. De hecho, se tomó la decisión de vaciar el aparcamiento de furgonetas y desviar todos los pedidos a una sede francesa del grupo. Además, la dirección había previsto que trabajaran 11 trabajadores temporales en el depósito. Ante estas provocaciones, los trabajadores bloquearon el sitio de Nannine. Como última provocación, la dirección pidió a la policía y a un alguacil que derribaran el piquete de huelga.
A pesar de una propuesta de los sindicatos de reanudar las negociaciones, la dirección persiste y se niega a adelantar la reunión prevista para el 3 de diciembre. El sitio de Vilvoorde sigue bloqueado. El CNE, CSC Metea y ACV Puls apoyan el movimiento espontáneo de trabajadores y piden a la dirección volver a la mesa de negociaciones lo antes posible.
Los sindicatos denuncian repetidas provocaciones por parte de la dirección. Los trabajadores exasperados no tienen más remedio que continuar su movilización para defender sus empleos y sus condiciones laborales.
