Según un estudio sobre beneficios realizado por restauranteros, distribuidores y comercios locales, la CNTR reveló la importancia de los bonos restaurante y su impacto para los empleados. Cada año, estos bonos de pago benefician a 5,4 millones de empleados, permitiéndoles financiar sus comidas, pero también sus compras desde 2022.
En un contexto de crisis, el gobierno permitió el uso de vales de comida para la compra de productos alimenticios no preparados, como arroz, pasta, huevos y otros alimentos de primera necesidad. Si bien esta exención debía finalizar el 31 de diciembre, la Asamblea votó el 20 de noviembre a favor de una extensión de dos años. Una medida a la que la CNTR acaba de oponerse a través de su reciente investigación. En detalle, este estudio, transmitido por France Info, revela que se ha asignado un importe de 14 mil millones de euros “ actores económicos directamente beneficiados” durante el último año.
En concreto, 8.600 millones de euros beneficiaron a los restauradores, a quienes la encuesta señala como los principales beneficiarios. En segunda posición se encuentran las grandes y medianas superficies, que obtuvieron un beneficio de 2.900 millones de euros. Esta misma cantidad fue recaudada por empresas locales, como empresas de catering y panaderías. Ante estas importantes cifras, la CNTR recomienda una reforma de los bonos restaurante.
En CNTR « contra cualquier perpetuación » vales restaurante
A través de su informe de investigación, la CNTR demostró la importancia de los vales de comida que benefician tanto a los empleados como a los actores económicos. En 2024, “ Casi 100.000 puestos de trabajo directos se mantienen gracias a los vales de comida, de los cuales 76.000 en el sector de la restauración y menos de 7.500 en la distribución de alimentos. », podemos leer en el estudio. También destaca que la eliminación de este sistema tendrá graves repercusiones. “ El estudio calcula que podrían desaparecer 40.000 puestos de trabajo, afectando gravemente al sector de la restauración, pero también a las empresas alimentarias independientes y a sus ecosistemas”, explica la CNTR.
Por ello, la comisión anima “ revalorización progresiva de los importes del ticket de alimentación para reflejar mejor el coste real de una alimentación equilibrada”. Ella también pide un “ distinción clara entre el catering del empleado durante su jornada laboral y la compra de preparados alimenticios de consumo inmediato y la compra de productos alimenticios de consumo no inmediato. Sin embargo, se opone a la prórroga de dos años votada en la Asamblea Nacional y se declara partidaria de mantener la exención durante seis meses más, o incluso un año, tiempo para poner en marcha una verdadera reforma.
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