El indicador de la situación económica, seguido de cerca, perdió 0,8 puntos en noviembre y se situó en 85,7 puntos, tras un repunte en octubre tras cuatro meses de caídas.
La moral de los empresarios alemanes volvió a caer en noviembre más de lo esperado, y la incertidumbre ligada a las elecciones anticipadas en el país y a la victoria de Trump en Estados Unidos agrava el pesimismo económico, según el barómetro IFO publicado el lunes.
El indicador de la situación económica, seguido de cerca, perdió 0,8 puntos en noviembre y se situó en 85,7 puntos, tras un repunte en octubre tras cuatro meses de caídas.
Los analistas encuestados por la plataforma Factset esperaban una caída más mesurada del índice hasta los 86,0 puntos.
El instituto IFO encuestó por primera vez a un panel de 9.000 empresarios después del colapso de la coalición gobernante en Berlín, un preludio de las elecciones anticipadas de febrero, y de la gran victoria electoral de Donald Trump, cuyo programa está fuertemente teñido de proteccionismo.
Como resultado de estas elecciones, “un nuevo viento en contra corre el riesgo de soplar sobre la industria exportadora alemana, ya gravemente afectada”, comenta Philipp Scheuermeyer, economista jefe del KfW.
Y hasta que se forme un nuevo gobierno en Alemania, “podría surgir un período prolongado durante el cual la política alemana sería prácticamente incapaz de reaccionar, y mucho menos de dar impulsos”, continúa.
La caída del índice IFO en noviembre “se debe principalmente a una evaluación más negativa de la situación actual”, en particular en la industria manufacturera, resume Clemens Fuest, presidente del instituto.
Los servicios, que incluyen los sectores de logística, turismo y tecnologías de la información, y la construcción, que ha sufrido durante años los altos precios y tasas de endeudamiento, también están enviando señales pesimistas.
Sólo el comercio confirma un atisbo de optimismo, aunque el ánimo sigue siendo bajo.
La actividad económica alemana creció sólo un 0,1% en el tercer trimestre, según el instituto Destatis, que revisó a la baja la estimación inicial la semana pasada, confirmando el estancamiento del país.