lLa información revelada por Le Parisien fue confirmada a la AFP por la fiscalía de París. Uno de los sospechosos fue detenido en Saint-Nazaire (Loira Atlántico) y el otro en Nanterre (Altos del Sena), añadió la fuente conocedora del caso.
Los dos hombres fueron acusados y puestos bajo supervisión judicial el jueves en París, dijo la fiscalía.
La sección de delitos cibernéticos ha abierto una investigación judicial sobre fraude de bandas organizadas contra la plataforma en línea estadounidense para permitir una transacción ilícita por parte de una banda organizada, informó la fiscalía.
Uber Eats presentó una denuncia el 22 de abril tras descubrir que desde enero de 2022, los pedidos de comida habían recibido reembolsos indebidos por su parte.
Las investigaciones fueron confiadas a los gendarmes de la SR (sección de investigación) de París, que detuvieron a los dos hombres.
Un canal de Telegram, “Fast Eats”, ofreció realizar pedidos en la plataforma al -50% del valor real de las comidas. Los acusados recuperaron así el 50% del valor real del pedido, así como el reembolso íntegro por parte de la empresa Uber Eats, según la fiscalía.
Los autores utilizaron nuevas cuentas de clientes para cada pedido, lo que permitió obtener el reembolso del primer pedido. Para ello, utilizaron un programa fraudulento (bot), que les permitía automatizar sus tareas. Se detectaron 137.000 cuentas fraudulentas, según la misma fuente.
La empresa estadounidense estimó sus daños en 2,4 millones de euros, para el período comprendido entre el 1 de enero de 2022 y el 26 de junio de 2024.
La investigación estableció que el canal “Fast Eats” de Telegram ofrecía dos tipos de servicios: la venta de pedidos de comida al -50% y la venta de “tech”, una formación destinada a guiar paso a paso a un novato para que pueda llevar él mismo estafa.
Estos “techs” se vendían entre 300 y 500 euros.
Según otra fuente cercana al caso, el joven detenido en Isla de Francia, nacido en 1996, sin antecedentes penales y sin profesión, es sospechoso de ser el propietario del canal Telegram, de haber recibido dinero y de habiendo provocado la desaparición de alrededor de 200.000 euros en criptomonedas.
“Él cuestiona los hechos que se le imputan”, declaró a la AFP su abogado, Me Ian Knafou.