El cofundador del fabricante sueco de baterías eléctricas Northvolt, Peter Carlsson, dejará su cargo de director general, anunció el viernes el grupo que atraviesa grandes dificultades financieras.
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Northvolt, que acaba de solicitar su acogida al amparo de la ley de quiebras estadounidense, será dirigida por un dúo a la espera del nombramiento de un nuevo jefe, precisa en un comunicado de prensa.
Peter Carlsson sigue siendo miembro del consejo de administración de Northvolt y asesor de la dirección.
La solicitud de colocación bajo el Capítulo 11 “permite a la empresa reorganizarse, desarrollar sus actividades respetando sus compromisos con sus clientes y proveedores y, en última instancia, posicionarse a largo plazo”, comentó Carlsson en el comunicado de prensa.
“Así que ahora es el momento adecuado para pasar el testigo a la próxima generación de líderes”, añadió.
La directora financiera Pia Aaltonen-Forsell y el director operativo Matthias Arleth lideran el grupo, con el apoyo del gerente de reestructuración Scott Millar, dijo el grupo.
Con su colocación bajo la protección por quiebra de Estados Unidos, Northvolt espera completar su reestructuración a finales del primer trimestre de 2025.
Peter Carlsson cofundó Northvolt en 2016 con Paolo Cerruti, ambos procedentes de Tesla.
Northvolt está considerada una de las grandes esperanzas europeas en materia de baterías en un momento en el que Europa intenta alcanzar a los gigantes asiáticos, especialmente chinos (CATL, BYD) y coreanos (LG).
Pero el grupo ha acumulado importantes retrasos en la producción en los últimos meses y ha decidido reorientar su actividad únicamente en la producción de celdas de batería, abandonando el resto de la cadena productiva (cátodos, reciclaje, etc.).
Según la prensa sueca, la deuda de Northvolt asciende a 5,840 millones de dólares, con sólo 30 millones de dólares de liquidez disponible.
Northvolt anunció a finales de septiembre la eliminación de 1.600 puestos de trabajo de un total de 6.500 y la congelación del desarrollo de su principal centro de producción, en Skelleftea, en el norte de Suecia, para adaptarse a su tensa situación financiera.
