“Todos los puestos de trabajo pueden mantenerse hasta que entren en vigor las medidas políticas de apoyo a las acerías”, subrayaron los sindicatos Unia y Syna, la Sociedad Suiza de Empleados Comerciales y Employés Suisse en un comunicado de prensa conjunto sobre el tema de la siderúrgica Stahl Gerlafingen. Según ellos, “mantener el conocimiento de los trabajadores y las capacidades de producción en Gerlafingen (en el cantón de Solothurn) es fundamental para garantizar la sostenibilidad de la industria suiza del reciclaje de acero”.
Con esta decisión, y tras consultar con la familia de propietarios, Stahl Gerlafingen “quiere esperar la evolución política” sobre este tema, subrayó la empresa en un comunicado de prensa aparte. Si los proyectos políticos de apoyo al sector tuvieran éxito, la empresa “obtendría perspectivas estables”, añadió.
Manifestaciones
La filial del grupo italiano Beltrame anunció en octubre el despido de 120 empleados, según los sindicatos, después de haber revelado en marzo el cierre de una de sus dos líneas de producción y la eliminación de decenas de puestos, en particular debido a bloqueos con la UE para exportación.
A principios de noviembre, cerca de mil personas se manifestaron frente a la acería de Gerlafingen para pedir el mantenimiento de la fábrica. A raíz de estas manifestaciones, la Comisión de Economía y Tasas del Consejo de los Estados aprobó tres mociones que instruían al Consejo Federal a tomar medidas rápidas, dadas las dificultades financieras de Stahl Gerlafingen.
La planta de Gerlafingen se describe como la planta de reciclaje de acero más grande de Suiza y produce casi la mitad del refuerzo de hormigón del país. “Las enormes distorsiones de la competencia han perjudicado gravemente las ventas y los márgenes de la planta de Solothurn”, insistió Stahl Gerlafingen, recordando que la familia Beltrame invirtió 450 millones de francos en la planta. “Haremos todo lo posible para que esta fábrica siga funcionando”, subrayó el director general Alain Creteur.