Arabia Saudita confía en China
Entre los productos financieros, un ETF se caracteriza por que su precio busca seguir la evolución de un índice bursátil. Así, en Francia, si el propietario de un PEA (plan de ahorro en acciones) no puede invertir directamente en acciones del Nasdaq americano, puede invertir en ETF gestionados en Europa que reflejen este índice de Nueva York.
En estas condiciones, la importancia relativa de los ETF en cada región del mundo es cada vez más una cuestión de geopolítica y permite saber quién apuesta por quién. En Arabia Saudita, a partir del 30 de octubre, un ETF que rastrea las acciones cotizadas en Hong Kong es ahora el fondo negociado más grande de su naturaleza en Medio Oriente. De hecho, desde el inicio de su operación conjunta, sus dos emisores, Saudi Albilad Capital y CSOP Asset Management, con sede en Hong Kong, recaudaron más de 1.200 millones de dólares con estos productos. Se ha batido el récord del mayor ETF de finanzas islámicas, que anteriormente ostentaba Al Rayan Qatar en Doha.
Inversiones sauditas a gran escala
Este caso de inversiones de Medio Oriente en la economía china no es un caso aislado. En el ámbito de los ETF, SABInvest, filial del Saudi Awwal Bank, lanzó al día siguiente otro producto de este tipo. Llamado ETF SAB Invest Hang Seng Hong Kong, rastrea las acciones de Hong Kong.
Aún más directamente, el fondo soberano de Arabia Saudita está aumentando las inversiones en nuevas tecnologías chinas. Invirtió en particular en Hongshan Capital, el poderoso fondo de Hong Kong dirigido por Neil Shen, pero también en 5Y Capital, con sede en Shanghai, y en Yunqi Partners, otro fondo chino.
Cabe recordar que en diciembre de 2022, durante la visita de Xi Jinping a Riad, Arabia Saudita firmó un gran número de acuerdos con China, por un valor total de 29.000 millones de dólares. Desde entonces, la monarquía petrolera ha sido invitada a unirse a los BRICS, y el proceso aún está en marcha a pesar de la ausencia del príncipe heredero MBS en Kazán en octubre de 2024.
China también apuesta por Arabia Saudita
En el otro sentido, China asegura a Riad sus compras de hidrocarburos a largo plazo. Así, Arabia Saudita por sí sola representa el 18% de sus importaciones de petróleo. A cambio, el reino ha desarrollado el uso del yuan en sus transacciones, al igual que Qatar o los Emiratos, que se benefician de las mismas garantías de compra de Pekín. Por ejemplo, China ha firmado dos contratos extraordinarios de suministro de gas licuado con Qatar Energy. Estos contratos, que duraron 27 años, se encuentran entre los más largos jamás celebrados.
Asimismo, la región administrativa especial de Hong Kong no queda al margen del acercamiento económico con Arabia Saudita. Así, en noviembre de 2024, el fondo de inversión saudí y la HKMA, la autoridad monetaria de Hong Kong, firmaron un memorando de entendimiento para crear un fondo de inversión conjunto dotado de mil millones de dólares. Las inversiones se centrarán en sectores considerados estratégicos en Arabia Saudita, como la manufactura, las energías renovables, la salud y las fintechs. Los contratos tendrán prioridad para las empresas con vínculos con Hong Kong o el Gran Área de la Bahía.
