(Washington) El presidente del Banco Central estadounidense, la Reserva Federal, Jerome Powell, insistió el jueves en que la institución responsable de la política monetaria es independiente y que el poder ejecutivo no puede influir en ella, mientras que la elección de Donald Trump suscita preocupaciones.
Publicado ayer a las 15:13.
Las decisiones de la Reserva Federal “no pueden ser revocadas por ninguna otra parte del gobierno, excepto, por supuesto, el Congreso”, dijo Jerome Powell durante una sesión de preguntas y respuestas en Dallas, Texas.
Donald Trump no oculta su deseo de influir en las decisiones del banco central, que sube y baja los tipos en función de la evolución económica. En agosto consideró que “el presidente debería al menos dar su opinión”.
Cuando la institución inició un primer recorte de tipos en septiembre, menos de dos meses antes de las elecciones del 5 de noviembre, Donald Trump la acusó de seguirle el juego al candidato demócrata. Ya durante su primer mandato rompió con la costumbre y comentó estas decisiones.
“No pensamos, cuando tomamos nuestras decisiones, en el bienestar de un partido político ni nada por el estilo. Sólo estamos analizando los aspectos macroeconómicos y haciendo lo mejor que podemos”, aseguró Jerome Powell.
El jueves por la mañana, fue la gobernadora de la Reserva Federal, Adriana Kugler, quien pronunció un discurso en el que insistió en la necesidad de tener un banco central independiente.
“Desempeño” económico
Jerome Powell también elogió el desempeño de la economía estadounidense el jueves: “el desempeño reciente de nuestra economía ha sido notablemente bueno, con diferencia el mejor de todas las principales economías del mundo”.
Un crecimiento del PIB casi dos veces mayor que el de la zona del euro, una tasa de desempleo aún baja y una inflación que ha caído drásticamente: la salud de la economía estadounidense sigue siendo muy buena, después de simplemente haberse enfriado después de un período de sobrecalentamiento.
“La economía no está enviando ninguna señal de que debamos apresurarnos a bajar las tasas”, dijo, y agregó que “la fortaleza actual de la economía nos da la oportunidad de abordar nuestras decisiones con cautela”.
La Reserva Federal de Estados Unidos bajó sus tipos el 7 de noviembre, por segunda vez consecutiva. Actualmente se sitúan entre el 4,50 y el 4,75%.
Su próxima reunión tendrá lugar los días 17 y 18 de diciembre y los participantes del mercado esperan una nueva caída de un cuarto de punto, según la evaluación del CME Group.
“La inflación se está acercando mucho más a nuestro objetivo a largo plazo del 2%, pero aún no ha llegado a ese punto. Estamos comprometidos a terminar el trabajo”, señaló Jerome Powell, advirtiendo que se espera una “trayectoria a veces accidentada”.
La inflación también repuntó en octubre, por primera vez desde marzo, hasta el +2,6% interanual, frente al +2,4% de septiembre, según el índice IPC.
En cuanto al empleo, la escasez de mano de obra está disminuyendo y la tasa de desempleo sigue siendo muy baja, un 4,1%. “El mercado laboral se ha enfriado hasta el punto de que ya no es una fuente de presiones inflacionarias significativas”, celebró Jerome Powell.