En Francia, los radares inteligentes deberían controlar en el futuro mucho más que el simple exceso de velocidad. Un desarrollo que podría resultar caro, quizás incluso para los conductores suizos.
El gobierno francés planea una importante reforma de su sistema de vigilancia vial con la instalación de 4.160 radares de aquí a 2025. Estos dispositivos, equipados con tecnologías basadas en inteligencia artificial, serán capaces de detectar varias infracciones simultáneamente.
Además del exceso de velocidad, también se centrarán en comportamientos comoEl incumplimiento de las distancias de seguridad, no llevar cinturón de seguridad o utilizar el teléfono durante la conducción.
Esta modernización costará a Francia 46,3 millones de euros, pero las autoridades esperan un rápido retorno de la inversión. De hecho, el plan presupuestario prevé un aumento de las multas, acompañado de costes adicionales por su impresión y envío.
¿Seguridad o dinero?
Estas medidas no son unánimes. El club automovilístico “40 Millones de Automovilistas” critica duramente esta iniciativa, calificándola de “retroceso para la seguridad vial”. Según un portavoz, “los nuevos radares no tienen ningún impacto real en la seguridad vial, sólo sirven para fines financieros”.
Otras preocupaciones incluyen posibles errores de los sistemas automatizados. Por ejemplo, un automovilista apartado temporalmente de la distancia de seguridad por un vehículo que lo adelanta podría ser sancionado injustamente. Por tanto, esta lógica puramente automática podría carecer de discernimiento humano.
Un enfoque diferente en Suiza
En Suiza estos dispositivos de alta tecnología no parecen estar en la agenda. A la pregunta de blue News, la policía cantonal de Zúrich respondió: “Este tipo de dispositivos de medición basados en IA no están actualmente previstos. No hacemos comentarios sobre el equipamiento de otras fuentes. »
El cantón de Berna comparte esta postura: “Actualmente no se considera el uso de radares asistidos por IA. »
¿Cuestión de tiempo?
¿Podría Suiza adoptar algún día sistemas similares? Las tecnologías automatizadas tienen potencial para mejorar el flujo de tráfico y mejorar la seguridad. Sin embargo, también plantean cuestiones jurídicas y éticas: ¿son siempre justas las sanciones automáticas sin intervención humana? ¿Cómo podemos garantizar que las infracciones registradas se dirijan a los buenos conductores?
Por el momento, Suiza prefiere esperar hasta que estas tecnologías maduren y su eficacia quede claramente demostrada. Mientras tanto, los radares tradicionales siguen dominando las carreteras suizas.