La semana pasada se aprobó en la Asamblea Nacional un proyecto de ley con el objetivo de regular el alquiler a largo plazo. A partir del próximo año, los propietarios de alojamientos turísticos amueblados que alquilen su alojamiento por periodos cortos tendrán que pagar más impuestos.
El jueves 7 de noviembre, los diputados de la Asamblea Nacional votaron a favor de un proyecto de ley destinado a regular los alquileres de corta duración. Hasta ahora, los propietarios que alquilan su alojamiento en plataformas como Airbnb y Le Bon Coin se beneficiaban de una fiscalidad favorable, lo que les permitía pagar pocos impuestos.
Por tanto, con la aprobación de esta nueva ley, se modificarán las reducciones de las que disfrutan los arrendatarios de alojamientos turísticos amueblados en régimen micro-BIC. En concreto, a partir del próximo año, la reducción pasará del 71% al 50% para los alojamientos amueblados clasificados, y del 50% al 30% para los alojamientos amueblados no clasificados.
Para reducir el número de alquileres de temporada y, por tanto, aliviar un mercado de alquiler saturado, este proyecto de ley ha sido apoyado por los dos diputados Annaïg Le Meur e Iñaki Echaniz desde la primavera de 2023, por lo que este cambio no data de hoy. Con la aprobación de esta ley sobre alojamientos turísticos amueblados, son los ingresos de las empresas de alquiler los que corren el riesgo de verse afectados.
¿Cuánto impuesto pagará el propietario de Airbnb en 2025?
Recordamos que “la renta media generada anualmente es de 3.900 euros brutos”, datos comunicados por el director de Airbnb para Francia y Bélgica, Clément Eulry, sobre la base de un tipo marginal del 30%, las empresas de alquiler que generan 3.900 euros brutos pagan 920 euros de impuestos. Con la nueva ley sobre alojamientos turísticos amueblados, el importe del impuesto a pagar por estas empresas de alquiler aumentará hasta los 1.290 euros, o 370 euros más que este año.
Sin embargo, según Bassel Abedi, fundador de Horiz.io, empresa especializada en la rentabilidad del alquiler, esta medida no afectará a muchos propietarios. Con razón, según este último, la mayoría de los inversores no eligen el régimen micro-BIC. “Sólo los particulares, que ocasionalmente utilizan Airbnb, eligen el micro-BIC; los inversores están en el régimen real, lo que es mucho más interesante desde el punto de vista fiscal”, explica Bassel Abedi.
“Este cambio fiscal no animará a estas personas a alquilar su alojamiento de forma sostenible a un estudiante o a una familia, ya que se trata de su residencia principal o secundaria y, por tanto, no está disponible durante todo el año », añade el fundador de Horiz. io y reportado por BFMTV.
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