Renault abre pedidos del R5 con una batería más pequeña y un acabado menos equipado. Todo ello permite que el precio de salida con bonificación baje hasta los 23.990€. ¿Pero sigue siendo una compra que vale la pena?
Tal y como prometió Renault, el R5 eléctrico baja de autonomía. Le Losange acaba de abrir la cartera de pedidos de la versión “autonomía urbana”, equipada con una batería de 40 kWh, en lugar de 52 kWh en la “autonomía confort”.
Con esta batería mantenemos una buena autonomía para un coche urbano, ya que Renault anuncia 312 km en ciclo mixto WLTP. Esta variante conserva el cargador AC bidireccional de 11 kW, pero la carga máxima en DC pasa de 100 a 80 kW. Casualmente, en comparación con la versión techno y la icónica 5 de 52 kWh, la bajada de precio es de 3.500 euros. Lo cual merece la pena si no haces viajes largos con tanta frecuencia. El techno 40 kWh cuesta, por tanto, 29.990 € y el icónico 5, 31.990 € sin bonificación.
Pero eso no es todo. Con la llegada de la autonomía urbana, Renault lanza un nuevo acabado menos equipado, la evolución. El precio de salida baja con él a 27.990€, o 23.990€ descontando el bono de 4.000€ válido hasta el 31 de diciembre de 2024.
A nivel técnico, este modelo no tiene nada de low cost, siendo las características las mismas que los acabados superiores. Incluso hay una bomba de calor de serie. ¿Pero la apariencia y el equipamiento se ven afectados?
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¡Un elemento más cercano al concepto!
El exitoso aspecto del R5 significa que, incluso con una presentación menos elegante, el coche conserva todo su encanto. Además, si la versión evolución se contenta con los tapacubos, éstos dan un guiño retro al R5 Turbo. Sobre todo, el coche conserva sus llantas de 18 pulgadas, evitando el efecto caster de las versiones básicas.
En esta configuración, el R5 perderá especialmente pequeños elementos decorativos: no hay franjas en las puertas delanteras, ni franjas sobre el acristalamiento, ni letras Renault de color aluminio en el portón trasero, ni brillo característico en las ópticas. Además, las ventanillas traseras no están demasiado tintadas. También se abandona la luz indicadora de carga en forma de 5. El parachoques trasero está pintado de negro alrededor de la placa… pero al final, ¡así estaba en el concept car!
Equipo sin nota falsa
A bordo se repite la misma observación. El R5 pierde algunos adornos, pero la presentación sigue siendo atractiva, especialmente aquí con un ligero inserto acolchado. Hay que prescindir de los elementos cromados en el volante y las salidas de aire, así como de la iluminación ambiental. El coche mantiene los asientos estilo “pétalo”, con tapizado textil gris y negro con costuras claras.
Lo bueno es que el coche conserva su gran pantalla táctil de 10,1 pulgadas. La de la instrumentación, en cambio, pasa de las 10 a las 7 pulgadas.
La asignación sigue siendo generosa. Además de la carga bidireccional (con V2G y V2L) y la gran pantalla táctil, seguimos teniendo aire acondicionado automático, luces altas automáticas, espejos eléctricos y descongeladores, acceso manos libres e incluso sensores de marcha atrás.
Aún más barato en 2025
La evolución del R5 con autonomía urbana es, por tanto, una propuesta sin sorpresas desagradables. Es una gran introducción a un precio más razonable. También se debe a que Renault está preparando para 2025 la variante básica “real”, el Five, que será más minimalista. En particular, ¡se saltará la carga de CC! El precio sin bonificación será inferior a 25.000 €.
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