Desde el 11 de octubre, China ya exige a los importadores de brandies europeos (espirituosos a base de vino), de los cuales el coñac representa el 95% del total, que depositen un depósito en la aduana china, en el marco de una investigación antidumping.
Medida de represalia
Esto último se considera ampliamente como una medida de represalia después del fuerte apoyo de Francia a la imposición por parte de la UE de recargos aduaneros a los coches eléctricos importados de China. “Las autoridades investigadoras (sobre los brandies europeos) han decidido implementar medidas antidumping temporales en forma de una fianza o una carta de garantía”, dijo el lunes el Ministerio de Comercio chino en un comunicado de prensa.
Un texto casi idéntico fue publicado por este ministerio el 8 de octubre y dio lugar a las medidas adoptadas tres días después. El comunicado de prensa del lunes, presentado como un “anuncio adicional”, no especifica la fecha de vencimiento de estas nuevas medidas temporales.
La Comisión Europea adoptó en octubre un reglamento que impone derechos de aduana adicionales a los coches eléctricos importados de China, acusados de competencia desleal. En Francia, la asociación interprofesional del coñac cree haber sido “sacrificada” por el gobierno en beneficio de la industria del automóvil.
La imposición de recargos aduaneros al coñac podría tener efectos devastadores para el sector y bloquear el acceso de este producto al mercado chino. “Estamos dispuestos a tomar todas las medidas técnicas y jurídicas posibles” si fuera necesario, indicó la semana pasada la ministra francesa de Comercio Exterior, Sophie Primas. Sin embargo, indicó que las negociaciones con Pekín sobre el coñac siguen “claramente abiertas”.
Además de los brandies, China también está llevando a cabo investigaciones antidumping contra la carne de cerdo y los productos lácteos importados de la UE, lo que representa una amenaza para estos sectores.
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