Con la excepción de Google, ninguno de los gigantes de la web ha pagado todavía un céntimo a la CRTC.
Y no es la elección de Donald Trump lo que les animará a compensar los ingresos que reciben de Canadá. Sin embargo, éste era el objetivo del gobierno liberal cuando adoptó la Ley de Noticias en Línea y la Ley de Transmisión Continua en Línea. Leyes que Pierre Poilievre ha prometido modificar e incluso derogar si llega al poder.
Este mes hace un año que Google llegó a un acuerdo para pagar una compensación anual de 100 millones de dólares canadienses a cambio de la distribución del contenido de nuestras empresas de noticias. La CRTC es responsable de determinar cuánto dinero se destinará a quién. Como es habitual, el sistema que ha desarrollado el tribunal administrativo es inverosímil y difícil de aplicar.
LA INDIFERENCIA DE OTTAWA
En cualquier caso, no son estas compensaciones las que sacarán a nuestras cadenas de televisión, a nuestros periódicos y a nuestras revistas del estado miserable en el que los ha dejado el éxodo de sus ingresos publicitarios. Ante la indiferencia de Ottawa, aproximadamente el 75% del dinero destinado a publicidad de nuestras empresas (¡incluido el de nuestros gobiernos!) se destinó a llenar los bolsillos de los gigantes de la web.
Hace unas décadas, la Agencia Tributaria de Canadá salvó a nuestras revistas de una muerte lenta al negarse a aceptar como gastos las sumas que las empresas canadienses gastaban en publicidad en las revistas estadounidenses. ¿Podría haber actuado de esta manera para frenar la fuga de capital publicitario hacia los gigantes de la web? Quizás… Pero las reglas del comercio internacional han cambiado y las que rigen CUSMA (el Acuerdo Canadá-Estados Unidos-México) son aún más restrictivas.
OTRO IMPUESTO MÁS
Son precisamente estas normas y este acuerdo lo que los gigantes de la web invocan para denunciar las compensaciones exigidas por las dos leyes mencionadas anteriormente y, sobre todo, por el nuevo impuesto del 3% sobre los servicios digitales adoptado el 20 de junio. Para que Canadá no sea acusado de discriminación, la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, aseguró que el nuevo impuesto se aplica a todas las empresas, extranjeras y canadienses, según ciertos umbrales de ingresos.
Los gigantes de la web no tardaron en dar un paso al frente y denunciar enérgicamente un impuesto que consideran arbitrario y contrario a los acuerdos de libre comercio. Con Donald Trump en la Casa Blanca, encontrarán un oído más que atento a sus recriminaciones, ya que Jeff Bezos (Amazon) y especialmente Elon Musk (Red X) contribuyeron en gran medida a su victoria.
¡No estamos fuera de peligro!