El último panorama de las pensiones publicado por Drees revela un aumento del importe medio de las pensiones en 2022. Sin embargo, persisten las desigualdades, especialmente entre hombres y mujeres, y según las regiones. Una mirada retrospectiva a las cifras y tendencias que configuran el panorama actual de las pensiones en Francia.
Una pensión media al alza, pero insuficiente ante la inflación
El informe Drees fija el importe medio de las pensiones directas de jubilación en 1.512 euros netos en 2022, un incremento bruto del 5,4% respecto al año anterior. Este aumento, sin embargo, parece engañoso si tenemos en cuenta la inflación: en euros constantes, este aumento se traduce en realidad en una disminución del 0,4%. En otras palabras, el poder adquisitivo de los jubilados ha disminuido ligeramente a pesar del aumento nominal de su pensión.
En 2022, 17 millones de personas recibieron una pensión directa, un aumento de alrededor del 1% respecto al año anterior. A esta cifra se suman 4,4 millones de beneficiarios de una pensión de supervivencia, que se paga a los cónyuges supérstites. En total, se asignaron 353 mil millones de euros a los jubilados, una cantidad importante que no oculta, sin embargo, las fuertes disparidades existentes dentro del sistema.
Las desigualdades en materia de pensiones entre hombres y mujeres siguen siendo marcadas, aunque tienden a reducirse. La pensión directa media de las mujeres es un 36% inferior a la de los hombres, es decir, 1.268 euros brutos frente a los 2.050 euros de los hombres. En 2004, esta brecha era aún más pronunciada, alcanzando el 50%. Esta mejora relativa se explica por el aumento de la tasa de actividad de las mujeres y un aumento general de sus salarios, aunque sigue siendo insuficiente para cerrar toda la brecha salarial.
Diferencias geográficas significativas
Las pensiones de supervivencia, que benefician principalmente a las mujeres, reducen esta brecha al 26%. Sin embargo, incluso incluyendo estos ingresos adicionales, las mujeres siguen penalizadas, siendo su pensión media de 1.539 euros frente a los 2.077 euros de los hombres. Estas brechas pueden explicarse por las diferencias en las trayectorias profesionales: las mujeres suelen tener carreras más cortas o intercaladas y salarios más bajos en promedio.
Además de las diferencias de género, el informe destaca notables disparidades regionales. Los jubilados en Île-de-France reciben pensiones significativamente más altas que el promedio nacional, particularmente en Hauts-de-Seine, París e Yvelines, donde los montos exceden el promedio nacional entre un 35% y un 39%. Estas zonas se benefician de una concentración de ingresos elevados, en particular entre los jubilados de ejecutivos y profesiones liberales.
Por el contrario, las cuantías medias de las pensiones son inferiores en el norte y el noreste de Francia, así como en el Macizo Central y en los departamentos de ultramar (DROM). En estas regiones, las trayectorias profesionales que a menudo son menos remuneradas y están marcadas por interrupciones contribuyen a un promedio más bajo.
Nuevos datos de Drees destacan los desafíos de la redistribución dentro del sistema de pensiones, donde las brechas persisten a pesar de las reformas. Los esfuerzos para alinear las pensiones entre hombres y mujeres están avanzando, pero siguen siendo insuficientes, y las disparidades regionales muestran un acceso desigual a jubilaciones cómodas. La reforma de las pensiones de 2023, que prevé un aplazamiento de la edad de jubilación seis meses en promedio, también podría influir en las trayectorias futuras, aunque sus efectos concretos aún están por medirse.