El Banco Nacional de Bélgica midió el efecto de la liberación, el pasado mes de septiembre, de los miles de millones de euros invertidos por los belgas en el primer bono estatal a un año. Las cuentas a plazo con 18.200 millones de euros recaudados, seguidas de los certificados de efectivo con 5.000 millones de euros son los grandes ganadores.
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Subdirector del Departamento de Economía
Por Amandine ClootPublicado el 31/10/2024 a las 15:26
Tiempo de lectura: 2 min
min septiembre de 2023, el primer bono estatal a un año lanzado por el Ministro de Finanzas saliente Vincent Van Peteghem (CD&V) para despertar la competencia entre los grandes bancos causó pánico en las ventanillas: 21.900 millones de euros recaudados por Bélgica en pocos días con alrededor de 600.000 ciudadanos. Su codicioso cupón impulsado por la reducción de impuestos y las buenas condiciones del mercado había convencido a una porción sin precedentes de la población a retirar parte de sus ahorros de su cuenta de ahorros.
Un año después, las condiciones del último bono público reservado al público en general lanzado un día después de la liberación de esta enorme cantidad eran mucho menos atractivas. Y, mientras tanto, los banqueros no habían escatimado en publicidad para intentar repatriar los ahorros perdidos repentinamente 12 meses antes. Al final, los belgas confiaron apenas 400 millones de euros al Tesoro.
Ahora sabemos adónde han ido a parar los miles de millones restantes.
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