Las cifras hablan por sí solas: con más de 60.000 vehículos eléctricos exportados en septiembre, China sigue fortaleciendo su influencia en el mercado automovilístico europeo.
En septiembre, China exportó más de 60.000 vehículos eléctricos a la Unión Europea, una cifra impresionante que ilustra el creciente poder de sus fabricantes en el mercado europeo. Ante los derechos de aduana, estas exportaciones masivas podrían ser una señal de anticipación a las medidas que se adoptarán. pronto entrará en vigor A pesar de estas restricciones, los fabricantes chinos parecen decididos a establecerse en Europa, y algunos incluso planean localizar allí su producción.
Una aceleración meteórica ante los recargos aduaneros
Los datos de aduanas revelan un salto espectacular: en septiembre de 2024, China envió 60.517 vehículos eléctricos a los 27 países de la Unión Europea, un impresionante aumento del 61% con respecto al año anterior. Se trata del segundo mejor mes registrado tras el pico de octubre de 2023, cuando ya se habían exportado 67.455 vehículos eléctricos, justo después de que la Comisión Europea anunciara una investigación antisubvenciones a los vehículos chinos. Este auge exportador no se debe al azar. Los fabricantes chinos se apresuran a inundar el mercado europeo antes de que Europa implemente nuevos aranceles aduaneros de hasta el 35%. Estos impuestos, votados el 4 de octubre de 2024 por los Estados miembros, incluidos Francia, Italia y Polonia, están previstos para finales de mes y tienen como objetivo proteger a los fabricantes locales de una competencia considerada desleal.
El aumento de los envíos refleja claramente la intención de los fabricantes chinos de evitar al máximo estos impuestos. Para ellos, el mercado europeo es una gran oportunidad. La posibilidad de vender vehículos a precios más altos que en China, donde los márgenes suelen ser menores, constituye una motivación importante. El mercado europeo, particularmente aficionado a los vehículos eléctricos en el contexto de la transición ecológica, representa una bendición para las empresas chinas que han hecho de la electricidad su caballo de batalla. Sobre todo porque las marcas chinas están empezando a ganarse una buena reputación, en un momento en el que los fabricantes europeos están aumentando el número de retiradas del mercado por diversos problemas que hemos mencionado en nuestros artículos anteriores.
¿Cómo evitar estos impuestos?
Los fabricantes chinos no dependen sólo de las exportaciones. Algunos ya han anticipado las posibles complicaciones y planean ubicar su producción en Europa como recuerda Automotive News Europe. La marca BYD, por ejemplo, anunció planes para instalar fábricas en Hungría y Turquía, dos países estratégicamente ubicados para facilitar el acceso al mercado europeo. Otras marcas como Xpeng o Zeekr, la división de alta gama de Geely, también se plantean instalar sus fábricas en suelo europeo. Al producir localmente, esperan evitar estos famosos impuestos y al mismo tiempo fortalecer su proximidad a los consumidores europeos, una importante ventaja competitiva. Si el establecimiento de estas nuevas barreras aduaneras apaga temporalmente el entusiasmo chino, no parece probable que desaliente las ambiciones de los fabricantes. Al localizar su producción, se protegen de las fluctuaciones regulatorias y al mismo tiempo fortalecen su presencia en un mercado clave. Especialmente porque a China no le faltan opciones para tomar represalias si las relaciones comerciales con Europa se vuelven más tensas.. Es posible que este enfrentamiento comercial apenas esté comenzando, y los próximos meses serán decisivos para evaluar el impacto de estos nuevos impuestos. Mientras tanto, los vehículos eléctricos chinos siguen avanzando hacia Europa, y ciertamente no son estos nuevos impuestos los que frenarán su carrera hacia una cuota cada vez mayor del mercado automovilístico europeo.
France