(AFP/William West)
Un juicio para determinar la responsabilidad del gigante minero australiano BHP por la devastadora ruptura de una presa de relaves tóxicos en Brasil en 2015 comienza el lunes en Londres y podría allanar el camino para miles de millones en compensaciones para cientos de miles de víctimas.
“Realmente esperamos que la justicia inglesa haga lo que la justicia brasileña no ha hecho hasta ahora”, dijo a la AFP Monica dos Santos, de 39 años, cuya familia perdió su casa en la catástrofe.
Un gigantesco alud de residuos tóxicos se extendió a lo largo de 650 kilómetros a lo largo del río Doce hasta el océano Atlántico tras la rotura, el 5 de noviembre de 2015, de esta presa de residuos mineros cerca de la localidad de Mariana, en el estado de Minas Gerais (sureste).
El desastre ecológico provocó la muerte de 19 personas, dejó a más de 600 personas sin hogar, mató a miles de animales y devastó áreas de selva tropical protegida.
Unas 280.000 personas también quedaron sin acceso al agua.
El edificio contenía los residuos de una mina de hierro perteneciente a Samarco, una empresa brasileña de propiedad conjunta de la brasileña Vale y la australiana BHP.
– Pueblos indígenas –
Después de varias idas y venidas ante los tribunales británicos, el enorme juicio civil que se abre el lunes deberá determinar la posible responsabilidad de BHP, una de cuyas oficinas centrales se encontraba entonces en Londres. Debería estar terminado a principios de marzo.
El importe de los daños reclamados promete ser gigantesco: los abogados de los demandantes lo estiman “en 36.000 millones de libras” (43.000 millones de euros), lo que refleja su número, más de 620.000, entre ellos 46 municipios brasileños, empresas y varios pueblos indígenas.
Para Mónica dos Santos, no hay duda: la minera “sabía que la presa tenía problemas y sabía lo que había que hacer y simplemente no lo hicieron”.
BHP, que asegura que el agua del río ha recuperado su calidad antes de la rotura de la presa, dice ser “plenamente consciente de los impactos” de la catástrofe y “inquebrantable” en su deseo de obtener una compensación, pero considera que esta demanda británica es “inútil”, considerando la cuestión “ya cubierta” por los procedimientos brasileños.
– “Bondad de corazón” –
El grupo asegura que más de 430.000 personas ya han recibido indemnización a través de la fundación Renova, que gestiona programas de compensación y rehabilitación en Brasil, incluidos más de 200.000 demandantes en el juicio de Londres.
Por este caso también se están llevando a cabo procesos penales en Brasil, así como otros procesos civiles en los Países Bajos y Australia.
BHP y Vale también revisaron al alza el viernes una propuesta de compensación global a la justicia brasileña, hasta 170.000 millones de reales (27.700 millones de euros), con la esperanza de poner fin a la mayoría de los procedimientos en este país. Esta cantidad aún está en negociación.
Esta propuesta “no surge de la bondad del corazón”, señala Tom Goodhead, director general de Pogust Goodhead, la empresa londinense de los demandantes, sino porque las empresas piensan que “pueden salirse con la suya pagando menos en Brasil”.
El abogado estima que la mayoría de las personas indemnizadas hasta la fecha en el país han recibido “sólo unos pocos cientos de libras”.
Según BHP, la decisión del tribunal británico no se espera antes del segundo trimestre del próximo año. Si se reconociera su responsabilidad, se organizaría otro juicio, probablemente a finales de 2026, para evaluar el importe de los daños y perjuicios para cada demandante.
