El grupo italiano posee ahora el cuarto actor económico en el sector del coñac. Concretó la adquisición de la famosa marca por 1.200 millones de dólares.
La transacción récord se liquidó en efectivo. Asciende a 1,2 mil millones de dólares o 1,11 mil millones de euros. En un comunicado de prensa inglés escrito el 30 de mayo de 2024 en Milán, el grupo italiano de bebidas espirituosas Campari anuncia que ha “finalizado” la adquisición del famoso comerciante de coñac Courvoisier. La empresa de Jarnac (Charente) cuenta con 170 empleados y se abastece de 600 viticultores de la región. Es el cuarto actor económico del sector, detrás de Hennessy (grupo LVMH), Martell (Pernod Ricard) y Rémy Martin (Rémy Cointreau). Desde 2014, Courvoisier pertenece al grupo estadounidense-japonés Beam-Suntory. El procedimiento de compra se inició el pasado mes de diciembre y finalizó el 26 de febrero. Los trámites administrativos se resolvieron de inmediato. Campari posee ahora el 100% del capital de Courvoisier Holding France SAS), propietaria de la empresa y de la marca Courvoisier.
Un precio adicional de 120 millones de dólares.
Se precisa que el grupo italiano realizó “la mayor transacción de su historia” al recaudar 650 millones de dólares en nuevas acciones y 550 millones de dólares en bonos convertibles en enero. Los detalles de la venta arrojan 1,17 mil millones de dólares para la empresa (incluidos 410 millones de aguardientes en stock en las bodegas) y 30 millones de mercancías en los canales de venta. También está previsto un suplemento de precio de un máximo de 120 millones pagaderos en 2029, en función de la consecución de los objetivos de ventas durante el ejercicio 2028. Todas estas sumas están expresadas en dólares. El grupo italiano ya está bien establecido en el mercado francés y, en particular, en Charente. Campari es propietaria del licor Grand-Marnier desde 2016 y de la pequeña marca de coñac Bisquit desde 2017. También compró los rones Trois Rivières y La Mauny en 2019, Champagne Lallier en 2020 y la marca de licor aromatizado Picon en 2022.
Courvoisier “abastecía a las cortes reales de Europa y era la bebida favorita de la Belle Époque, elegida para celebrar la inauguración de la Torre Eiffel y la apertura del Moulin-Rouge”, comentó Campari en diciembre, durante el anuncio de la apertura de exclusivos negociaciones con Beam Suntory.
