Perspectivas de la OCDE para 2025

Perspectivas de la OCDE para 2025
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Un contexto de resiliencia económica inesperada

En 2023, a pesar de las tensiones geopolíticas y las políticas monetarias restrictivas, el crecimiento global superó el 3%. Las previsiones para 2024 y 2025 sugieren una continuación de esta tendencia con un crecimiento previsto del 3,1% y del 3,2% para cada año.. Esta estabilidad, cercana a las tasas de crecimiento potenciales, es testimonio de la resiliencia de la economía global. Estados Unidos y varias economías emergentes están mostrando un fuerte crecimiento, que contrasta con la desaceleración observada en ciertas economías avanzadas, particularmente en Europa.

Los mercados laborales están mostrando signos de reequilibrio y la tasa de desempleo se mantiene en niveles históricamente bajos. La OCDE prevé una tasa de desempleo del 5,0% en 2025. Esta estabilización va acompañada de una recuperación de los ingresos reales, beneficiándose de la caída de la inflación, lo que podría fortalecer la confianza del sector privado y apoyar el consumo y la inversión.

Los desafíos de la inflación y las políticas monetarias según la OCDE

En 2023, la inflación cayó rápidamente, gracias en parte a los menores precios de la energía y a la mejora de las cadenas de suministro. Sin embargo, la inflación de los servicios sigue siendo alta, lo que plantea desafíos para las políticas monetarias. La OCDE sugiere un enfoque cauteloso, con ajustes graduales a las tasas clave, para evitar revivir los aumentos inflacionarios.

Si la inflación continúa acercándose a sus objetivos, se podría considerar una reducción de las tasas de interés. Sin embargo, la política monetaria debería seguir siendo restrictiva para estabilizar las expectativas inflacionarias. La escala y el ritmo de los ajustes dependerán de la evolución de los datos económicos.

Ante el aumento de la deuda pública y los desafíos demográficos, es crucial una gestión prudente de las finanzas públicas. Se deben priorizar las reformas para aumentar los ingresos y controlar el gasto. Las estrategias fiscales de mediano plazo, adaptadas a cada contexto nacional, son esenciales para preservar la sostenibilidad presupuestaria.

Impulsar el crecimiento a través de la innovación

La innovación sigue siendo un motor clave del crecimiento económico. Las políticas públicas deben fomentar la investigación y el desarrollo (I+D), tanto en el sector privado como a través de iniciativas estatales.. El apoyo a la I+D, los subsidios y los incentivos fiscales pueden complementar las inversiones privadas, esenciales para el crecimiento sostenible.

A medida que la economía global muestre signos de estabilización, las decisiones que se tomen hoy serán decisivas, según la OCDE, para la trayectoria futura del crecimiento global.

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