Para proteger mejor a los consumidores contra la piratería y los ciberataques, el Reino Unido ha adoptado una ley que entrará en vigor este lunes. Prohíbe a los fabricantes utilizar contraseñas predeterminadas débiles y fáciles de adivinar.
“12345”, “admin”… Muchos usuarios de Internet eligen contraseñas que sean fáciles de recordar para no olvidarlas. También los utilizan los fabricantes de teléfonos inteligentes, televisores conectados y otros dispositivos, pero son fáciles de adivinar para los piratas informáticos.
Ante este peligro, el Reino Unido ha decidido actuar. El gobierno británico adoptó una ley que entrará en vigor este lunes 29 de abril en el país. Con el objetivo de proteger mejor a los consumidores contra hackeos y ciberataques, prohíbe a los fabricantes “utilizar contraseñas predeterminadas débiles y fáciles de adivinar”, indica el Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología en un comunicado.
Dispositivos conectados más seguros
Los fabricantes también deberán alentar a los usuarios a cambiar la contraseña al inicio si es una contraseña común. El Reino Unido les impone este tipo de medidas porque cree que “las empresas tienen un papel importante que desempeñar en la protección del público”, dijo Sarah Lyons, subdirectora de Economía y Sociedad del Centro Nacional de Seguridad Cibernética.
Esta ley entra en vigor cuando la mayoría de los británicos poseen dispositivos conectados. Los hogares británicos poseen una media de nueve. Sin embargo, según una encuesta de Which?, una casa llena de dispositivos conectados está expuesta a más de 12.000 ataques en una sola semana, con 2.684 intentos de adivinar contraseñas predeterminadas débiles en cinco dispositivos.
La ley también exige que los fabricantes publiquen información de contacto para que los consumidores puedan informar errores y problemas. Con los comerciantes, también tendrán que ser transparentes, informando a los clientes sobre el tiempo mínimo durante el cual pueden instalar actualizaciones de seguridad importantes en sus dispositivos.
