Al estar bajo el control de Daniel Kretinsky, el grupo podría cerrar los hipermercados y supermercados que no haya logrado vender.
Se trata de uno de los expedientes explosivos del grupo Casino desde su adquisición a finales de marzo por el consorcio liderado por Daniel Kretinsky. Y la primera prueba de fuego para su nuevo director general, Philippe Palazzi, que tiene la difícil tarea de rescatar a un grupo de la asfixia. Este miércoles por la mañana, la nueva dirección reveló sus cartas sobre su espinoso proyecto de plan social (PSE) que espera a los empleados, anunciando que quiere eliminar entre 1.293 y 3.267 puestos de trabajo. Presentó las grandes líneas de su proyecto de transformación a los representantes del personal de las distintas entidades (Franprix, Monoprix y Naturalia) del grupo que hoy cuenta con 28.000 empleados. Eran mucho más antes de que la distribuidora se viera obligada a vender alrededor de 300 supermercados e hipermercados Casino a Auchan, Intermarché y Carrefour en los últimos meses, antes de la adquisición efectiva por parte de los nuevos accionistas, debido a gravísimas dificultades financieras.
Este anuncio es sólo el primer paso: dentro de diez días se celebrará una reunión oficial que marcará el inicio de unas negociaciones con las organizaciones sindicales que deberían durar cuatro meses y que prometen ser especialmente duras. Por parte de los sindicatos, donde se esperaba la pérdida de 6.000 puestos de trabajo en las últimas semanas, ya se teme que la dirección se niegue a participar en el juego de la discusión. Philippe Palazzi, sin embargo, no ha dudado en incrementar sus viajes a la sede en los últimos meses para interactuar con los miembros del personal.
“Este borrador del plan de protección del empleo se enmarca en un amplio plan de transformación que se ha vuelto imprescindible para asegurar la sostenibilidad del Grupo y darle la vuelta”insiste la dirección en un comunicado de prensa.
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Preservar la sede en Saint-Etienne
Este plan tenía como objetivo preservar a toda costa la sede de Saint-Étienne, que Daniel Kretinsky se ha comprometido a no cerrar ante el enfado de los empleados. Tampoco se trata de cerrar el telón de las sedes de Clichy (Monoprix), cuyo arrendamiento finaliza a finales de 2025, y de Vitry, que incluyen compras de bienes del grupo y de Franprix.
Para reducir el tamaño de la plantilla, la dirección prevé, en particular, racionalizar los puestos existentes mediante la eliminación de funciones de la sede y, en particular, “la puesta en común de más de 200 puestos en Saint-Étienne”. Además, los 1.293 recortes de empleo previstos en total en esta reorganización interna afectarían más a las sedes de Clichy y Vitry. “La sede del Grupo Saint Étienne conservaría así 1.010 puestos de los 1.564 actuales”.
En cuanto a las demás supresiones, se referirán al cierre de algunos de los 26 supermercados e hipermercados que aún forman parte del grupo. Estos últimos no deberían conseguir venderlos todos, lo que implicaría como máximo 1.974 supresiones de empleo. Misma situación delicada para determinados almacenes que estaban destinados a supermercados e hipermercados y que siguen sin venderse.
Baste decir que la jornada promete ser intensa para la nueva dirección que también tiene previsto comunicar, al final de la jornada, sus resultados del primer trimestre. La primera vez desde la adquisición por parte de los nuevos accionistas.
