Un funcionario de la ONU que regresó de Sudán el viernes describió el calvario de las mujeres y niñas “despojadas de sus necesidades básicas”, como Sana, una tímida joven desplazada que le susurró al oído “me violaron”.
“He trabajado durante 30 años en la ONU, principalmente en el ámbito humanitario. Sabemos que la guerra es horrible, pero esta es una de las situaciones más horribles que he presenciado”, dijo Laila Baker, directora regional para los países árabes del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en una conferencia de prensa en vídeo desde Jordania.
“Si les describo la situación de las mujeres y las niñas privadas de sus necesidades básicas… Imaginen a miles de mujeres hacinadas en un refugio sin agua potable, sin higiene, sin comida para su próxima comida, sin atención médica”, añadió, al regresar de Puerto Sudán.
Desde abril de 2023, se desata una guerra entre el ejército, dirigido por el general Abdel Fattah al-Burhane, y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de su antiguo adjunto, el general Mohamed Hamdane Daglo.
El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y ha desplazado a más de 10 millones de personas, según la ONU.
“Este conflicto está hundiendo una estaca en el corazón de Sudán”, dijo Laila Baker, denunciando la falta de financiación y de acceso a la ayuda humanitaria.
Antes de relatar un momento que la “conmovió particularmente”, mientras estaba sentada en el suelo con mujeres en un refugio abarrotado en Puerto Sudán.
Sana, una joven de 20 años “tímida”, “me susurró muy suavemente al oído: ‘Me violaron’”. Violada mientras huía de Jartum, donde lo perdió todo, cuenta con voz temblorosa la humanitaria de la ONU esta historia “terrible”.
“Ella sufrió durante 15 meses, 15 meses de silencio y dolor antes de llegar a este centro donde pudo recibir apoyo psicológico y conocer a otras mujeres en su situación, comenzar a reconstruir su vida”, continuó Laila Baker.
“He escuchado innumerables historias trágicas de mujeres y niñas como Sana”, insistió, que han huido de Jartum, Darfur u otras regiones afectadas por la guerra.
Y vio con sus “propios ojos” en Puerto Sudán, donde la situación es probablemente mejor que en el resto del país, “bebés hacinados de dos en dos o tres en incubadoras”, “quirófanos sin medios para prevenir las infecciones”.
estados unidos/usaem
