Hasta ahora, los pasajeros debían poder “llevar todo su equipaje ellos mismos y de una sola vez”, pero el grupo ferroviario decidió en febrero pasado “aclarar la normativa vigente”.
A partir de ahora, cada cliente podrá viajar con dos bolsos o maletas de medidas 70 cm x 90 cm x 50 cm máximo y un bolso más pequeño de medidas 30 cm x 40 cm x 15 cm.
También se aceptan equipajes especiales como cochecitos de bebé, patinetes, tablas de surf, tablas de snowboard o instrumentos musicales, pero cuentan como un bolso grande.
El infractor se expone a una multa de 50 euros «por equipaje no conforme o por exceso de equipaje», precisa la SNCF. La multa puede llegar a 150 euros «si el equipaje es incómodo o peligroso».
«Nuestros clientes, pero también nuestros agentes, pueden encontrarse con problemas de seguridad a bordo (caída de maletas), dificultades de tráfico o falta de espacio», explica la SNCF para justificar esta medida.
La compañía ferroviaria se enfrenta también al creciente éxito del tren, con vagones cada vez más llenos y por tanto saturados, sobre todo en periodos de grandes salidas vacacionales.
Hasta ahora, las restricciones de equipaje sólo afectaban a TGV Ouigo, trenes de bajo coste sin vagón bar y con billetes no reembolsables.
