¿Se podría haber evitado lo peor? Horas antes del ataque, la madre del adolescente que abrió fuego y mató a cuatro personas el miércoles 4 de septiembre en su escuela secundaria en Georgia había intentado llamar a la escuela para advertir del peligro inminente. La hermana de la mujer le dijo al Washington Post que la madre del atacante intentó advertir a la escuela por teléfono de “una emergencia extrema” que involucraba a su hijo de 14 años. En vano.
Annie Brown dijo al periódico estadounidense que su hermana Marceee Gray –la madre de Colt Gray– le envió mensajes de texto ese día instándola a “encontrar de inmediato” a su hijo para ver cómo estaba, después de hablar con un consejero escolar. La mujer también había intentado llamar a la escuela, unos 30 minutos antes de que estallaran los disparos.
La información fue confirmada por la persona en cuestión a Associated Press, y respaldada por capturas de pantalla del intercambio de mensajes de texto y llamadas entre miembros de esta familia. Según los mensajes intercambiados, la familia del agresor y la escuela ya habían estado en contacto sobre su salud mental una semana antes. Annie Brown le confió a un familiar que Colt Gray tuvo “pensamientos suicidas y homicidas” en ese momento.
Amenazas hechas un año antes
El joven mató a cuatro personas al disparar un rifle de asalto en la escuela secundaria Apalachee el miércoles 4 de septiembre por la mañana: las víctimas fueron dos profesores de matemáticas, Richard Aspinwall y Christina Irimie, y dos estudiantes de 14 años, Mason Schermerhorn y Christian Angulo.
El FBI dijo que Colt Gray había sido entrevistado previamente “en mayo de 2023” por las fuerzas del orden sobre “múltiples pistas anónimas sobre amenazas de cometer un tiroteo en la escuela”. Gray, que tenía 13 años en ese momento, negó haber hecho las amenazas y “no había causa suficiente para hacer un arresto”, según un comunicado publicado el miércoles.
El padre del adolescente, Colin Gray, está acusado de asesinato por proporcionarle a su hijo un rifle AR-15. Entrevistado un año antes del ataque, el padre del adolescente dijo que su hijo estaba sufriendo por la separación de sus padres y que también sufría acoso por parte de sus compañeros de clase.
El tirador fue arrestado en el lugar por las fuerzas del orden y “será acusado de asesinato y juzgado como un adulto”. Si bien ya ha hablado con los investigadores, “no tenemos conocimiento de ningún objetivo” que el adolescente pudiera haber elegido “en este momento”. Ocho estudiantes y un maestro también resultaron heridos y fueron trasladados a varios hospitales en el área de Atlanta.
Estados Unidos es el único país del mundo que se ve implacablemente afectado por los tiroteos en las escuelas, un flagelo alimentado por la proliferación de armas individuales. En mayo de 2022, 19 niños y dos profesores fueron víctimas de una horrible masacre en su escuela en Uvalde, Texas, cometido por un hombre de 18 años que utilizó un rifle de asalto comprado legalmente.
Artículo original publicado en BFMTV.com
