Mientras continúan los combates en las selvas que rodean Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania, entre la junta militar gobernante y los rebeldes comunistas, estos últimos habrían capturado casi 140 elefantes desde julio.
Llegan regularmente, de dos en dos o de tres en tres, a los campamentos dirigidos por el Ejército Popular de Liberación, el brazo armado del Partido Comunista de BirmaniaLos elefantes se oponen a la junta gobernante. Algunos de ellos han sido abandonados allí por sus dueños, que huyen del régimen militar y ya no pueden cuidar de ellos. Otros han sido capturados como trofeos en los territorios conquistados por el grupo armado.
Ya son 138 los paquidermos que han sido acogidos por el Ejército Popular de Liberación, quienes explican que esto es para evitar que caigan en manos de los traficantes, con quienes Les esperaba un final trágico.
El elefante es un animal muy importante en la cultura birmana. Es un símbolo de poder y buena suerte y también es muy interesante para la industria maderera. Hoy en día, todavía se utilizan cientos de ellos para transportar enormes troncos de árboles a través de la jungla.
Pero, sobre todo, el elefante es un auténtico ” tesoro nacional “, asegura el Ejército Popular de Liberación, que declaró que planea devolver estos animales a los servicios que gestionan los bosques si un día logran desalojar a la junta en el poder desde 2021.
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