El adolescente estadounidense de 14 años que mató a cuatro personas al abrir fuego en su escuela secundaria compareció este viernes ante un juez para ser notificado de los cargos en su contra.
Colt Gray, con las extremidades encadenadas, compareció ante el tribunal en una audiencia televisada dos días después de matar a dos profesores y dos estudiantes de secundaria en la escuela secundaria Apalachee High School en Winder. También hirió a otras nueve personas en la escuela a unas 45 millas al noreste de Atlanta.
Acusado de cuatro asesinatos, está siendo procesado como adulto a pesar de su corta edad. Su padre, acusado de permitir a su hijo acceder libremente al rifle de asalto que le había dado, también compareció ante el tribunal el viernes. También está acusado de asesinato, así como de homicidio involuntario.
La delgada adolescente, con un rostro enmarcado por una espesa cabellera rubia, asintió y respondió las preguntas del juez Currie Mingledorff, quien presidía la audiencia.
El magistrado inicialmente le dijo al adolescente que se enfrentaba a la pena de muerte, para luego corregirse explicando que esa sentencia no podía aplicarse porque era menor de edad.
Su padre, Colin Gray, compareció ante el tribunal poco después, vestido con un mono de prisión a rayas. El hombre de 54 años se enfrenta a una pena máxima de 180 años de prisión.
Se le acusa de ignorar múltiples señales de advertencia sobre su hijo. En mayo de 2023, dos agentes de policía acudieron a la casa familiar, alertados por el FBI, que había detectado mensajes enviados desde la dirección de Internet de la casa amenazando con un tiroteo en la escuela.
Como parte de una letanía de tragedias similares en todo Estados Unidos, la tragedia en la Escuela Secundaria Apalachee en Winder reavivó brevemente el debate sobre la devastación causada por los cientos de millones de armas de fuego que circulan en el país, dos meses antes de las elecciones presidenciales.
Como era de esperar, tanto Kamala Harris como Donald Trump repitieron las posiciones tradicionales de sus respectivos partidos sobre el tema.
La candidata demócrata pidió poner fin a “la epidemia de violencia armada de una vez por todas”, mientras que su rival republicano denunció el acto aislado de un “monstruo enfermo y trastornado”.
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