Fundada en 2014, la empresa fabrica vehículos sin conductor utilizados para el transporte público de pasajeros, el remolque de equipaje en aeropuertos y la manipulación en fábricas.
El fabricante francés de vehículos autónomos EasyMile fue puesto en suspensión de pagos a finales de julio, según un documento del tribunal de comercio de Toulouse consultado por AFP, que confirma una información difundida el jueves por Les Echos.
Fundada en 2014, la empresa fabrica vehículos sin conductor utilizados para el transporte público de pasajeros, el remolque de equipaje en aeropuertos y la manipulación en fábricas.
EasyMile había declarado unas pérdidas de 27 millones de euros en 2022, último año del que se publicaron los resultados. Su facturación ascendió entonces a casi 11 millones de euros, casi 4 millones menos que en 2019.
Plan de continuación
Según Les Echos, la dirección ha indicado que está desarrollando un plan de continuación con el apoyo de los accionistas existentes.
La empresa había captado fondos varias veces, en particular del banco público Bpifrance en 2017 y 2018.
En 2022, el operador Transdev decidió poner fin a la prueba de las lanzaderas autónomas de EasyMile para el transporte público en Eure, argumentando que las condiciones no eran «adecuadas para permitir recibir al público con total seguridad».
Esto no impidió que en octubre del mismo año EasyMile firmara un contrato por valor de 4 millones de euros para operar lanzaderas autónomas durante diez años en el parque de vacaciones Center Parcs en Terhills, Bélgica.
Contactada por AFP, la empresa EasyMile no ha respondido hasta el momento.
