China: se espera una clara desaceleración del crecimiento para el primer trimestre (panel de AFP)

China: se espera una clara desaceleración del crecimiento para el primer trimestre (panel de AFP)
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Pekín (awp/afp) – China anunciará el martes una clara desaceleración del crecimiento en el primer trimestre, en un momento en el que una crisis inmobiliaria agravada por la desaceleración del consumo está penalizando la actividad en un contexto de incertidumbre económica.

Un grupo de expertos entrevistados por la AFP espera un aumento medio del 4,6% interanual del producto interior bruto (PIB) de la segunda economía del mundo durante el período de enero a marzo.

Este sería el ritmo trimestral más lento desde que comenzó la publicación de estos datos hace más de 30 años, y excluyendo el período de la pandemia, durante el cual se vio interrumpida la actividad en China.

Este resultado estaría muy por debajo del objetivo de “alrededor del 5%” fijado para este año por el Gobierno y del del trimestre anterior (+5,2%).

Se esperan cifras de crecimiento, en momentos en que algunos están preocupados por la trayectoria de la segunda economía más grande del mundo.

El miércoles, la agencia de calificación Fitch rebajó la perspectiva crediticia soberana de China a negativa, citando mayores riesgos para las finanzas públicas del país en medio de una “perspectiva económica más incierta”.

El ansiado repunte tras el levantamiento de las restricciones sanitarias contra el Covid-19 fue breve y perdió fuelle el año pasado.

Recuperación desigual

La recuperación se ve especialmente perjudicada por la atonía de la confianza de hogares y empresas en un contexto de incertidumbre, que está penalizando el consumo.

“La falta de demanda interna sigue siendo un freno” al crecimiento, a pesar de una mejora en la producción industrial, afirmó a la AFP Heron Lim, analista de la agencia de calificación Moody’s.

La recuperación es dispar con sectores que se benefician de ella como los servicios, impulsados ​​por el regreso de los clientes a la restauración, el transporte y los lugares turísticos.

Pero otros siguen luchando, en particular la industria, debido a la débil demanda interna e internacional.

Las exportaciones de China, históricamente una palanca de crecimiento y que tienen un impacto directo en el empleo, cayeron en marzo interanual (-7,5%), según las cifras publicadas el viernes por la Aduana china.

Las tensiones geopolíticas con Estados Unidos y el deseo de ciertos países occidentales de reducir su dependencia de China o de diversificar sus cadenas de suministro explican este descenso con la desaceleración global.

Además, una crisis inmobiliaria sin precedentes y los reveses de los grandes grupos (Evergrande, Country Garden, Vanke, etc.) están alimentando la desconfianza en un sector que representa desde hace mucho tiempo, en sentido amplio, más de una cuarta parte del PIB de China.

“Los compradores de viviendas siguen teniendo muchas dudas”, subraya el analista Gene Ma del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).

Sobre todo porque la caída de los precios del metro cuadrado hace que la gente pierda interés en invertir en piedra.

“Un cancer”

Otro desafío para China: la deflación.

El país salió de allí en febrero por primera vez en seis meses.

Pero el aumento de los precios fue casi nulo en marzo (+0,1% en un año), a diferencia de las principales economías que volvieron a ver cómo los precios se disparaban, según cifras oficiales.

“La inflación es la fiebre de la economía, mientras que la deflación es un cáncer”, señala Gene Ma, porque “daña las demandas de consumo y de inversión”.

Debido a la falta de demanda, las empresas se ven obligadas a aceptar nuevos descuentos para liquidar sus existencias y reducir su producción, lo que amenaza el empleo y su rentabilidad.

A pesar de la situación económica, el Gobierno debería “alcanzar probablemente” su objetivo de crecimiento de “alrededor del 5%” este año, estiman en una nota los economistas del banco de inversiones Goldman Sachs.

En 2023, el PIB de China creció un 5,2%.

Esta tasa, que sería la envidia de la mayoría de las grandes economías, sigue siendo la más baja del país desde 1990 (3,9%), excluyendo el período Covid.

afp/ck

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