El ex presidente senegalés Macky Sall inició recientemente una nueva aventura profesional, encaminándose hacia el sector privado. El 28 de noviembre de 2024 fundó Semo Holding, una empresa con sede en el distrito Guéliz de Marrakech. Esta iniciativa marca un importante punto de inflexión en su carrera, tras dejar el poder en abril de 2024.
Según la revista marroquí “Le Desk”, Semo Holding pretende servir como base para el desarrollo de actividades en África y más allá, aprovechando la red internacional del Sr. Sall, construida a lo largo de sus tres décadas en la política.
Macky Sall, radicado en Marrakech con su familia, pretende utilizar su experiencia política para crear sinergias en sectores temáticos como el medio ambiente, la energía y las estrategias políticas, en los que ya ha demostrado competencia. La estructura del holding es estratégica: no se dedica a actividades comerciales directas, sino que se centra en la gestión financiera de las empresas afiliadas. Esto le permite a Macky Sall mantener su influencia, mientras permanece en un segundo plano en las operaciones diarias.
La elección de Marrakech no es baladí. Aunque Casablanca, el principal centro económico de Marruecos, ofrece atractivos incentivos fiscales a través de la Ciudad Financiera de Casablanca, Marrakech se ofrece como un interesante marco de desarrollo. Este enfoque podría permitir a Macky Sall ampliar sus actividades sin dejar de estar cerca de su país.
Además, tras las elecciones legislativas anticipadas, el expresidente se retiró de importantes responsabilidades dentro de la Alianza por la República (APR). No abandona definitivamente el partido, pero ya no desea ocupar puestos directivos.
Esta retirada, aunque no definitiva, podría verse como una retirada estratégica, que ilustra una falta de voluntad para asumir un liderazgo fuerte en un momento crucial para la formación política.
Una retirada de la escena política
Sin embargo, su implicación en el sector privado parece coincidir con una retirada gradual de la vida política activa. El 4 de octubre de 2024, el expresidente dimitió de su cargo de enviado especial del Pacto de París para las personas y el planeta, tal y como anunció en una carta a Emmanuel Macron.
Esta decisión se produjo tras su nombramiento como cabeza de lista de la coalición de oposición Takku Wallu Senegal para las elecciones legislativas anticipadas. Esta decisión de retirar sus funciones diplomáticas, por temor a un conflicto de intereses, indica un deseo de concentrarse plenamente en sus nuevas responsabilidades políticas.
A diferencia de Macky Sall, que se encamina hacia una nueva aventura en el sector privado, sus predecesores no invirtieron realmente en el entorno profesional tras su salida del poder. Abdoulaye Wade, presidente de Senegal de 2000 a 2012, decidió retirarse pacíficamente a Versalles, Francia. Aunque su edad puede explicar en parte esta decisión, también regresó en algunas ocasiones a Senegal para involucrarse esporádicamente en acciones políticas. En lugar de comprometerse plenamente con proyectos profesionales, alternó entre la crítica y el apoyo a Macky Sall, lo que ilustra su deseo de permanecer en el panorama político, evitando al mismo tiempo el compromiso directo.
Abdou Diouf, por su parte, fue presidente de 1981 a 2000 y luego ocupó un papel dirigente en la Francofonía durante 12 años. Esta experiencia le permitió reinventarse en el panorama internacional, convirtiéndose en una figura emblemática de la lengua francesa. Tras su retirada política, compartió su pensamiento a través de la publicación de sus memorias, dando testimonio de un camino muy diferente al de Macky Sall, que parece deseoso de avanzar hacia nuevos desafíos.
Léopold Sédar Senghor, primer presidente de Senegal, también siguió un camino ligado a la cultura y a la lengua francesa, continuando su compromiso con el ámbito artístico. Elegido miembro de la Academia Francesa en 1983, Senghor pudo reencontrarse con el mundo de las artes, lo que le valió el reconocimiento mundial.
A partir de entonces, la carrera de Macky Sall parece distintiva. Mientras se prepara para emprender una nueva carrera, su trayectoria plantea preguntas: ¿eligirá volver a la política o seguir una carrera como consultor? Su futuro parece marcado por la incertidumbre, pero difiere claramente de la opción de la retirada total.
Mientras el expresidente (12 años en el poder) emprende este nuevo camino, su futuro sigue siendo incierto. ¿Elegirá el sector privado o volverá a la política para seguir influyendo en el destino de su país? Su decisión de retirarse gradualmente de la vida política activa, al tiempo que establece vínculos en el mundo empresarial, bien podría verse como un abandono de sus ideales.
Entonces, la pregunta sigue siendo: Macky Sall, ¿un hombre en busca de nuevos desafíos o un expresidente en busca de la legitimidad perdida?
Investigación
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