A pesar de la competencia del streaming, los sellos de k-pop siguen vendiendo discos en Corea del Sur gracias a elaboradas estrategias de marketing, pero la contaminación y los residuos plásticos que genera este consumo alarman a algunos fans.
Kim Na-Yeon, un fanático del K-pop coreano, solía comprar varias copias del mismo álbum con cada nuevo lanzamiento, con la esperanza de encontrar una “selfie” de una de sus estrellas favoritas.
A través de recompensas como “tarjetas fotográficas” de edición limitada de los cantantes o “vales” para una videollamada con uno de ellos, los sellos discográficos están incitando a los fans del K-pop a comprar más CD.
Con el paso de los años, los estantes de Kim Na-Yeon se llenaron de CD, lo que la llevó a cuestionar el impacto ambiental de este hábito de consumo.
“Cada álbum, de hecho, es un billete de lotería”, resume a la AFP Roza De Jong, otra fan del K-pop.
Según ella, es “común ver montones de álbumes de plástico apilados en las escaleras y esparcidos por las calles de Seúl”, y los fans los compran sólo para encontrar una foto o una entrada.
A veces también se lanzan álbumes con portadas diferentes.
– “Marketing de explotación” –
“A todo esto lo llamamos explotación de marketing”, se lamenta Kim Na-Yeon, acusando a los sellos discográficos de “manipular” el amor de los fans por sus artistas.
En 2023 se vendieron más de 115 millones de CD de K-pop. Esta es la primera vez en la historia de esta industria que las ventas superan la marca de los 100 millones.
Se trata de un aumento del 50% en comparación con el año anterior, a pesar de que los consumidores ahora prefieren escuchar música a través de streaming, en lugar de comprar discos físicos.
Las cifras también se han disparado durante la pandemia de Covid, y los expertos creen que los sellos han recurrido a las ventas para compensar la falta de ingresos procedentes de las giras.
HYBE, la agencia del grupo insignia BTS, declaró a la AFP que había realizado esfuerzos en favor del medio ambiente.
“Utilizamos materiales respetuosos con el medio ambiente para nuestros álbumes, publicaciones en vídeo y productos oficiales reduciendo el plástico”, respondió HYBE a la AFP.
Sin embargo, los CD “están hechos de materiales muy difíciles de reciclar” y “esto me hizo pensar en la cantidad de carbono que se emite para producirlos o deshacernos de ellos”, explica Kim Na-Yeon.
– Se excluye el boicot –
Fabricados en policarbonato, se pueden reciclar, pero sólo mediante un proceso de tratamiento especial que evita la liberación de gases tóxicos al medio ambiente.
Además de los envases de plástico, la producción de un CD genera alrededor de 500 gramos de emisiones de carbono, según un estudio de impacto ambiental realizado por la Universidad Keele del Reino Unido.
Si nos fijamos en las ventas semanales de un grupo líder de K-pop, esto podría representar “el equivalente a las emisiones producidas por 74 vuelos alrededor de la Tierra”, afirma Kim Na-Yeon.
Para desalentar la fabricación y compra de CD, el Ministerio de Medio Ambiente de Corea del Sur comenzó a imponer sanciones en 2003.
El año pasado, las discográficas tuvieron que pagar alrededor de 2.000 millones de wones (más de 246 millones de euros), afirmó Yoon Hye-rin, subdirector de la división de política de circulación de recursos del Ministerio de Finanzas.
Este año, Corea del Sur será sede de las negociaciones de la ONU sobre un tratado global contra la contaminación plástica que se iniciaron el lunes en Busan.
Mientras atacaba a las compañías discográficas, Kim Na-Yeon declaró que no boicotearía a los artistas.
“Ellos no son los que conocen o deciden el plan de marketing”, y cada fan quiere “ver prosperar a su artista, por lo que boicotear no es una opción”, afirmó.
