Las radios comunitarias protestan contra la caída de los créditos asignados al Fondo de Apoyo a la Expresión Radiofónica (FSER), que pasa de 35,7 millones de euros en 2024 a 25,3 millones en el PLF 2025. “No es un plan económico, sino un verdadero golpe a la guillotina”, se indignan las tres organizaciones. El anuncio de Rachida Dati este jueves provoca escalofríos.
Las asociaciones destacan que esta reducción constituye la mayor parte de los “12 millones de euros de ahorro solicitados” en el programa Prensa y Medios del PLF. Sin embargo, las radios asociativas locales “representan sólo el 4% del presupuesto global dedicado a la Misión Medios de Comunicación, Libros e Industrias Culturales”, sostienen.
El Ministerio de Cultura dijo el sábado que era “muy sensible […] a las dificultades que plantean estas perspectivas presupuestarias”. “La oficina del ministro (Rachida Dati) recibirá a los principales sindicatos de radios comunitarias para discutir las consecuencias de esta caída”, prosiguió el ministerio. Según las radios comunitarias, “las consecuencias de este claro corte […] será definitivo”, con un “impacto directo en el empleo” y una amenaza a su “existencia misma”.
Unas 750 emisoras de radio comunitarias están afectadas. Creado en 1982, el FSER representa en promedio el 40% de sus recursos. Para poder beneficiarse de ella, la publicidad no debe superar el 20% de su facturación.
