Con la temporada navideña, llega la costumbre de disfrutar de películas ambientadas en la fecha. Y para un numeroso grupo de fanáticos, eso incluye ver de nuevo La jungla de cristaluna favorita del género de acción. Si te cuentas entre ese último grupo, con toda seguridad Equipaje de mano, el nuevo éxito de Netflix protagonizado por Taron Egerton y Jason Bateman es para ti. El suspensoque cuenta la historia del oficial de un aeropuerto que debe evitar un atentado en plena víspera de Navidad, recupera la premisa de una trama de acción en medio de guirnaldas y pinos decorados. Todo, bajo la dirección del español Jaume Collet-Serra.
El guion de T.J. Fixman explora en una persecución contra reloj de un terrorista desalmado. Eso, en medio de un duelo de inteligencia y habilidad entre un héroe que no quiere serlo y un mercenario que se divierte con la posibilidad de matar. Entre ambos escenarios, se encuentran los pasajeros del último vuelo antes de Navidad en un concurrido aeropuerto, que no tienen la menor idea de a lo que se encuentran expuestos.
Por todo lo anterior, te damos tres razones para ver Equipaje de mano y quizás, convertirla en tu nueva película de Navidad favorita. De un protagonista falible, imperfecto y siempre al borde del desastre a un villano carismático. Todo para sostener un argumento que se hace cada vez más tenso y complejo a medida que avanza la trama. Toda una sorpresa en el con frecuencia irregular, catálogo de Netflix.
Un héroe mundano
De la misma forma que en La jungla de cristalla cinta tiene un héroe lleno de imperfecciones y puntos bajos. Ethan Kopek (Egerton), intentó por años entrar al Departamento de Policía de Los Ángeles. Solo para terminar rechazado en cada ocasión. Por lo que no tiene más remedio que trabajar en el aeropuerto de Los Ángeles y quedar atrapado en la rutina de en un cargo que no le interesa en absoluto.
El escenario permite al guion explorar en las motivaciones de Ethan y seguir su transformación a medida que avanza la historia. De un funcionario cansado a un hombre que hará todo por enfrentarse a un criminal. La trama de Equipaje de mano es lo suficientemente hábil como para hacer de su protagonista, alguien con el que cualquiera puede identificarse. Lo que incluye, su ambigüedad ante el hecho de que está a punto de convertirse en padre. Una presión extra a su frustrante vida cotidiana.
Pero todas sus decepciones y dudas, quedarán relegados a un segundo lugar, cuando deba luchar contra un mercenario misterioso, que lo utilizará como herramienta para lograr su cometido. Que no es otro, que desencadenar un ataque terrorista que podría cobrar la vida no solo de un importante personaje político, sino además de cientos de inocentes. Un escenario terrorífico al que Ethan tendrá que enfrentarse con apenas recursos y herramientas.
Un apartado visual sofisticado
A pesar de ser una producción destinada al catálogo del servicio por suscripción, Equipaje de mano tiene poco que envidiar a películas de mayor presupuesto. El director utiliza todas las posibilidades de narrar en espacios pequeños y en apariencia corrientes. Lo que incluye, transformar el Aeropuerto de Los Ángeles — lugar en el que transcurre buena parte de la acción — en un laberinto de pasillos ultramodernos y salones claustrofóbicos.
Pero es la fotografía, a cargo de Lyle Vincent, la que sorprende por los riesgos que toma. Desde seguir a sus personajes a través de pasillos de aviones, oficinas diminutas convertidas en trampas mortales a un plano secuencia imposible, rodado durante una persecución en automóvil. La cinta transforma el escenario de una cacería de un terrorista sin escrúpulos, en un escenario visual casi experimental.
Pero más allá de eso, Equipaje de manotoma decisiones ingeniosas para profundizar en su universo. La cámara sigue a Ethan entre primeros planos tensos. Que, a su vez, permiten comprender la gravedad de lo que enfrenta y su miedo a fallar. De hecho, buena parte del argumento se sostiene sobre las decisiones del personaje, mientras intenta evitar ser utilizado por un mercenario para provocar una tragedia. Una decisión que permite que el héroe, sea algo más que una excusa para escenas de acción. También, se trata de un hombre en medio de una situación que le desborda y contra la que lucha, sin saber si podrá triunfar.
Un villano retorcido en ‘Equipaje de mano’
Si la cinta ofrece un héroe imperfecto, al mismo tiempo, explora en un villano carismático. El mercenario sin nombre que intenta atravesar la seguridad aduanera llevando una carga mortal como equipaje, sorprende. No solo porque Jason Bateman consigue hacerlo temible, incluso cuando únicamente podemos escuchar su voz.
También, porque el personaje va más allá de ser solo un enemigo a vencer. Se trata de un individuo desalmado, sin escrúpulos y frío, que, evidentemente, no le preocupa matar y que juega con la psiquis de Ethan en un duelo de voluntad sádico. De chistes burlones a su implacable lógica, pasando por su capacidad para disfrutar del dolor ajeno hasta la risa cínica. Lo cierto es que el personaje es uno de los puntos fuertes en Equipaje de mano. Una opción perfecta para una velada de Navidad distinta.